1. El tutor 2


    Fecha: 04/04/2020, Categorías: Gays Autor: juanitocaminador, Fuente: SexoSinTabues

    El sábado en Moquehue se presentaba frío y lluvioso, pero Lucas trabajaba afanosamente reparando la mesa del quincho. Iba a ser su primer invierno patagónico y la primera vez que sus tres cabañitas, las cabañas "Phi", recibieran turistas. Ese verano se había matado laburando para dejarlas perfectas, cómodas y ordenadas, el matemático que tenía adentro tenía un concepto del orden que transmitía a sus cabañas. La guita que había traido de Buenos Aires ya se iba acabando, así que había optado por el "hágalo usted mismo". De todas maneras ya estaba dando clases en dos secundarias de pueblos cercanos, por lo que para vivir no le faltaba. Y como no podía estar quieto, iba a ayudar al maestro de la escuelita de la cercana reserva indígena. Lloviznaba muy finito, no había viento y sólo escuchaba el rumor del agua goteando del techo. De pronto el ruido de un motor interrumpió el silencio. Lucas levantó la vista. Del taxi bajaba un joven hermoso, delgado, de cabello rubio ensortijado y ropa amplia. Sonrió y salió al alero de la casa a recibirlo. Mil cosas se agolparon en su mente. Santiago, cargando una gran mochila y una pequeña valija apuró el camino de piedritas desde la ruta hasta la casa, subió el escalón, tiró al piso las valijas y los dos hombres se abrazaron. Lucas lo tomó de la mano y entraron a la casa, volvieron a abrazarse y luego de muchos meses, demasiados, sus bocas se unieron en un beso intenso, rodaron al sillón, que con el peso de los cuerpos se volcó y terminaron ...
    ... desparramados en el piso, rieron, rieron hasta las lágrimas, lloraron, lloraron de felicidad mientras Lucas acariciaba sin parar a su Santi. -Bienvenido Santi, bienvenido a tu casa, pibe. -Gracias profe. - Lucas frunció el seño. -Noo, gracias Luquiiii, gracias amor!-, corrigió enseguida Santiago. Se pusieron cómodos, las valijas de Santi fueron a dar al cuarto pequeño, pero la ropa de Santi iría al dormitorio grande, al de la cama de dos plazas. Enseguida se pusieron a tomar mate y a contarse todo todo todo, pero no podían dejar de acariciarse, de tocarse, de tomarse de las manos, reían sin motivo, lagrimeaban sin motivo, estaban eufóricos, felices como nunca, reían, como dice el cubano, "como un animal que ha sido puesto en libertad". Los planes, esos planes que habían hecho hacía 5 años en ese caserón de piedra de Bariloche se habían cumplido, al fin estaban juntos y sin culpas, limpios, sin que nadie pudiera acusar a Lucas de nada, sin que nadie pudiera estropearles el futuro juntos. Pero, siempre hay un pero, Lucas no quería salir del closet, por lo que para los vecinos, Santiago era su sobrino, hijo de su finada hermana que, ahora que había muerto también el padre, se había venido a vivir con él. Cenaron un trozo de cordero y brindaron con un vino suave. Lucas se levantó de la mesa y, como aquella noche en Bariloche, cargó en sus brazos a Santiago y entre besos lo depositó en la cama y le quitó delicadamente la ropa. Santiago avergonzado se tapó el pene erecto con las ...
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