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El tutor 2
Fecha: 04/04/2020, Categorías: Gays Autor: juanitocaminador, Fuente: SexoSinTabues
... manos. Lucas se desnudó rápidamente y Santi vio nuevamente la generosa pija de su amado, ya sin asombro, la suya había crecido y ahora era gruesa, recta y larga. Se acostó a su lado y regresaron los abrazos y los besos, nunca agresivos, nunca feroces, ahora las manos de Lucas podían recorrer toda la espalda de Santi y acariciar por primera vez sus suaves y perfectas nalgas ya no de niño sino de hombre. Sus pijas, ya las dos temibles instrumentos, volvieron a besarse y mimarse. Esta vez no hubo censura, Santiago inmediatamente bajó al pubis de su maestro y tomándole la pija con las dos manos comenzó a besarle el glande y a chuparla despacito. Lucas le acarciaba la cabeza y le decía "nunca más solos chiquito, ahora sos mio para siempre, soy tuyo para siempre amor". Santiago sin dejar de mamarlo, lo miró a los ojos, dejó su carne al fin y regresó a su boca para confundirse en ese primer beso con sabor a pija. Inmediatamente se dio vuelta y se puso en esa misma pose en la que hacía ya 5 años, cuando sólo tenía 13, Lucas le había desvirgado el culito. De nuevo el profesor levantó su nalga derecha, apoyó su pene en el casi virginal ojetito de Santiago y dio su primer empujón. Su esfínter adolescente había ganado dureza y Santiago no pudo evitar su primer quejido de dolor. Lucas entendió en el acto. Colocó a Santi boca abajo en el centro de la cama. La vista de sus nalgas lo llenó de lujuria, ya no era más el culincito de un nene, ese culín que apenas se atrevió a mirar aquella ...
... noche, era un delicioso culo varonil, lampiño, de formas perfectas, digno de ser besado, mordido, acariciado, unas nalgas como para dormir cada noche sobre ellas. Se las abrió y sumergió su cabeza entre ellas, su lengua empezó a acariciar ese esfinter cerrado y perfecto, lamío cada rinconcito, besó con placer, mordió, gimió de deseo, su lengua subió y bajó por el ojetito mientras su mano apretaba fuente la mano de Santiago, que entre gemidos le decía "te amo Lucas, te amo, al fin, qué largo fue esto mi amor!". De a poco su agujerito se fue abriendo y la saliva de Lucas fue mojando el canalito de Santi, era el momento. Lucas se incorporó, acomodó su glande en el delicado orificio y volvió a pujar, no hubo "ay", hubo gemido de placer, si dolía, y seguramente debía doler, Santiago sentía tanta necesidad de fundirse con Lucas, que borró de su cuerpo el dolor. En medio minuto ya pudo sentir el pubis de Lucas en sus nalgas. Para Lucas sentir el calor de las nalgas redondas y paradas de su nene contra su pubis era recuperar la felicidad que había perdido hace tanto tiempo, lo empezó a bombear despacito, y despacito los dos gimieron, se besaron, se acariciaron, se unieron, se fundieron en uno, el semen de Santi fluyó suavemente desde su pija completamente dormida, esa pija que con su primer gemido de placer anal se redujo a la mínima expresión, para que todo el calor de su sangre fuera a su esfinter y a su corazón henchido de gozo. El calor y la presión de su esfinter exprimieron la pija ...