1. Mosquita muerta


    Fecha: 07/04/2020, Categorías: Gays Autor: XAVIA, Fuente: CuentoRelatos

    ... detuvo de golpe. Mierda, pensé, pero la mamada escuchada me tenía desbocado así que decidí obviarlo. O cambiar de juego.
    
    Puse el coche en marcha hasta aparcarlo en una zona con cierta penumbra. Volví al ataque, pero al comportarse con tanta pasividad decidí ser egoísta, además de activo. Me desabroché el pantalón, sacando mi durísimo miembro de su encierro, tomé su mano derecha posándola sobre él y nos abandonamos a juegos adolescentes. Yo sobándole las tetas por encima del vestido. Ella masturbándome rítmicamente, hasta que quise más.
    
    Repetí una frase que había oído hacía media hora. Al menos, hazme una mamada. No tuve que insistir. Agachó la cabeza y se la metió en la boca. Chupaba mecánicamente con la mano derecha aguantando el tallo. Tuve que pedirle que lo hiciera despacio, pues es como me gusta que me la coman, degustándola, pero estaba tan caliente que no iba a durar mucho.
    
    Quise repetir también el modus operandi de mi amigo, corriéndome en sus tetas, pero para ello debía desabrocharle el vestido por la cremallera posterior y no me apetecía detener el juego. Así que opté por una alternativa que no siempre resulta del agrado de la felatriz. Pero no se apartó. Recibió mi descarga con naturalidad, como si fuera lo más normal del mundo.
    
    Cuando consideró que ya había acabado, levantó la cabeza, aún con mi simiente en la boca. Esperaba que abriera la puerta para escupirla o sacara un pañuelo de papel para soltarla, pero se quedó quieta como si de enjuague bucal ...
    ... se tratara. Entonces comprendí. Trágatelo. Inmediatamente, la nuez de su cuello se movió, dejando pasar el líquido hasta su estómago.
    
    Tumbado en el sofá de casa, al día siguiente, rememoré el episodio, sorprendiéndome aún por su comportamiento. Nos habíamos despedido ante su portal con un casto beso, como si nada hubiera ocurrido. Solamente sonrió suavemente cuando le dije, a modo de despedida, que me había gustado mucho acabar la noche con ella.
    
    ***
    
    A diferencia de él, no conté nada a Marcos sobre mi fin de fiesta, el lunes en la oficina. Algo en mi interior me empujaba a mantenerlo en secreto, como si la protegiera. Tampoco me acerqué a ella pues quitando una pausa para tomar café fui bastante de bólido toda la mañana.
    
    Estaba próxima la hora de comer, cuando la vi pasar por el pasillo central hacia el departamento de compras. No giró la cabeza hacia mí, pero sí la mirada, que coincidió con la mía. Vestía falda y blusa, indumentaria que en su caso prácticamente podía considerarse su uniforme, pues pocas veces la vi en pantalón. También es cierto, que no solía fijarme en ella especialmente.
    
    Cuando notó mi mirada, bajó la vista automáticamente, en un gesto inesperado para mí, pero excitante. Supuse que había ido a entregar alguna factura o a preguntar por algún importe, así que no debía demorarse demasiado en aquella zona, por lo que estuve pendiente de su vuelta. Cuando ésta se produjo, me levanté, cruzándome con ella, pero no me detuve. Me bastó un gesto con la ...
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