JUAN: Leyenda urbana 1 - Relatos Eróticos

JUAN: Leyenda urbana 1

... sillón ella lo miro y le sonrió, todo normal. Daniel: Hola mami, que ves? Silvi: Hola bebe, una película que acabo de sintonizar esta interesante, quieres verla con migo? Daniel: Si claro… El joven degenerado tardo unos minutos en decidirse y la ocasión se le presentó y con gran valor se atrevió a comprobar si el hechizo había funcionado. Su madre se levantó del sillón. Silvi: Voy a preparar unas palomitas mi amor quieres? (palomitas son rosetas de maíz por si en algún país no las conocen así) Y justo allí JORGE SE ATREVIO… Daniel: Mami eres muy hermosa, me encanta tu cuerpo… En ese momento Silvina sonrió y con completa naturalidad le agradeció el cumplido a su hijo. Silvi: Gracias bebe, pero lo dices porque soy tu mami… En cualquier otro momento y a cualquier madre le hubiera resultado perturbador que su propio hijo le dijese que le encantaba su cuerpo, pero al ver que Silvina no lo tomo a mal Jorge comenzó a sospechar que aquello que habían hecho el y su amigo no era una estupidez… así que el emocionado y degenerado joven intento algo más. Daniel: No, en verdad tienes un cuerpo increíble, me encanta, me pone muy caliente verte, incluso el otro día me masturbe mientras te miraba cuando lavabas los platos… Silvi: Uy bebe, que cosas dices, eres un travieso tanto así te gusta mi cuerpo? Jorge: Si mami… dejarías que lo tocara? Silvi: Claro mi amor, adelante si eso quieres no te lo puedo negar, eres mi hijo y quiero complacerte, ven, tócame todo lo que quieras… Daniel no lo podía ...

... crees, pensaba que si eso era un sueño, jamás quería despertar, pero en ese caso disfrutaría de ese sueño mientras pudiera pues sabía que eso duraría solo 24 horas. Y así, impactado se levantó del sillón y acercándose con prisa a su madre se abalanzo sobre de ella, en alguna ocasión ya había tocado a algunas chicas, compañeras de su colegio con las que tenía coqueteos, pero el joven pajero era un virgen y esa noche estaba a punto de dejar de ser y nada menos que con su propia madre, esa hembra preciosa que tanto deseaba. Silvina reía y miraba completamente sin ningún recato a su bebe y sus inquietas manos, el joven manoseaba su pechos apachurraba su culo y frotaba su chocho, tu miembro estaba ya muy duro. Silvi: Mi amor, en verdad querías hacer esto no es así? Daniel: No te imaginas cuanto mami, que cuerpo tienes, que culo que tetas, te amo mami gracias por dejarme tocarte… Silvi: Bebe ya te lo dije, quiero complacerte soy capaz de hacer todo lo que me pidas… Daniel sin pensarlo más inmediatamente le pidió a su madre un beso. Daniel: Dame un beso mami, uno muy rico y cachondo, y toca mi verga… Silvi: Que travieso bebe, pero si eso quieres no tengo más remedio que complacerte. La hermosa madre hechizada pos su crio, comenzó a besarlo con pasión, introduciendo su lengua en si boca mientras con una mano le acariciaba el paquete. El chico estaba en al paraíso, su madre le acariciaba la verga y se dejaba manosear a placer. Daniel impactado por aquello no pensaba perder el tiempo. ...