1. Diana


    Fecha: 20/04/2020, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Diana había ido a la boda de un amigo. Al final del banquete comenzó el baile y después del vals que bailaron el novio y la novia, comenzaron a bailar los invitados. Gerardo un amigo de universidad por el que jamás había sentido atracción física, la llamó a bailar. Bailaron y ya se quedaron juntos. Diana no era amiga de pasarse de copas, pero ese día se pasó un poquitín, sin estar borracha. Estaba desinhibida. Después de la tarta, y tomando champán, le dijo a Gerardo:
    
    -¿Te puedo hacer una pregunta personal?
    
    -Dispara.
    
    -¿Por qué nunca me echaste los tejos? ¿Es qué no te gusto como mujer?
    
    -Más que el comer, pero te veía inalcanzable como una estrella.
    
    -Vaya, no me lo esperaba.
    
    -¿Yo a ti te gusto?
    
    -No estás mal, pero no eres mi tipo.
    
    -Lo suponía. ¿Por qué me preguntaste lo de los tejos?
    
    -Era por coquetear. Aunque...
    
    -¿Qué?
    
    -No estoy tan bebida como para decirlo
    
    -¿Aunque, qué?
    
    -Olvídalo.
    
    Diana, de un sorbo acabó el champán de la copa. Gerardo se la volvió a llenar y llenó la suya.
    
    Volvió la coquetería. Juntó la cabeza a la de Gerardo, y le dijo:
    
    -¿Me quieres emborrachar, travieso?
    
    Gerardo ya se lanzó a tumba abierta.
    
    -Sí, a ver si así te llevo a la cama.
    
    Diana, volvió a acercar la cabeza a la de Gerardo, le sopló en una oreja, y sonriendo, le dijo:
    
    -Sueña.
    
    Estaban sentados en un gran banco. Sentada al lado de Diana estaba una chica a la que no conocía y al lado de Gerardo una anciana.
    
    Gerardo metió la mano ...
    ... debajo del mantel y le tocó un muslo a Diana. Diana volvió a acercar la cabeza a él, y esta vez, con sonrisa fingida, le dijo al oído:
    
    -Como no quites la mano te va a caer una hostia que te va a quedar la cara del revés.
    
    Gerardo se apresuró a quitar la mano.
    
    -Tenía que intentarlo.
    
    En tono jocoso, dijo Diana:
    
    -Te veía como una estrella. ¡Hombres! Sólo piensan en una cosa!
    
    -¡Y vosotras en coquetear!
    
    La anciana que estaba al lado de Gerardo, y que estaba de un contento subido, le dijo al marido: "Los tortolitos se están peleando. ¡Esta noche hay tema!" El anciano, que estaba de contento como ella, y encima no oía muy bien, le preguntó: "¡¿Vamos a darle gusto al cuerpo?!" A lo que la anciana le respondió: "Estamos en Mayo, hasta Noviembre no es tu cumpleaños, Toño..."
    
    Diana y Gerardo se miraron y sin poder evitarlo, les dio la risa.
    
    A las seis de la tarde, le dijo Gerardo a Diana:
    
    -Yo me voy. Fue bonito que coincidiéramos.
    
    -¿En que vuelves al piso?
    
    -Tengo el coche fuera.
    
    -¿Me acercas a la mía?
    
    -Claro, así también sé donde vives.
    
    Veinte minutos más tarde, Diana estaba en el piso de Gerardo, empotrada contra la pared, con las tetas al aire y vestida sólo con sus bragas blancas. Gerardo, torso al descubierto, le comía la boca y le metía una mano dentro de las bragas. Diana, le dijo:
    
    -Tengo el coñito mega mojado. Quiero probar mi jugo, huevón.
    
    Gerardo le quitó los dos dedos de coñito y se los metió en la boca. Diana los lamió y los ...
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