Episodio 2: Oscar que dejo de ser mi gatico Para convertirse en mi gatica. - Relatos Eróticos

Episodio 2: Oscar que dejo de ser mi gatico Para convertirse en mi gatica.

... manos y acerco a mí lengua sus nalgas que ya empinaba para regocijarme de él, doy lengua en su trasero y se nota que el rubor que sentía desde sus caderas, todo su cuerpecito recorría, meto mi lengua en su culito y sollozos de él arrancaba de placer. Michel que ni lento ni perezoso, del rabito de Oscar se ocupaba, succionaba y relamía pues el rabito de Oscar otra vez se metería, pienso que de la experiencia anterior algo muy bueno le quedaba. Esta vez en el suelo estaba, me tiendo para no ir más lejos y con el miembro bien erecto Oscar en él se sentaba. No puedes ser tan directo, debes acariciarla, inclinado sus rodillas sobre mis hombros y dejando su culito en el aire yo de su rabito me ocupaba con algo de pre seminal que de su verguita brotaba, el chico muy travieso en mi miembro erecto miel le untaba, diciendo que mejor sabor tendría si algo de miel pondría, está bien, le dije, pero toda dentro debes tenerla, con gesto de hombro aprobaría. Mi Berga tiene alrededor de 25 cm y es dos beses más gruesa que la de él y para no asombrar en la posición que tenía sobre mi abdomen Michel se le encabalgo y despacio su rabo introdujo mientras Oscar se regodeaba orgulloso de saber que, aunque le dolería mi berga en su culito metería. No dejo de maravillarme cuando frente a mi cara los huevitos de Michel se columpiaban, era para mí algo que no esperaba, puesto que sus nalguitas frente a mí también se meneaban, con mis dos manos extiendo acariciarlas eran muy suave y un biso de bellos ...

... muy finos de la superficie brotaban, eran como aterciopeladas y en aquel blanco deslumbraban mis ojos que en ellas paraban. Muy despacio deja sobre mi boca su culito depositaba y con mi lengua en aquel orificio horadaba. Lo despego un poco para sus dos nalgas lambiar y Oscar desesperado por aquella experiencia empezar, se me despega incorporándose y después de dar un giro con su cuerpecito me toma el rabo y lo pone en su orificio. No sé si era el calor o el deseo, pero al sentarse muy despaso mi berga en su orificio presentaba, sus mejillas sonrosadas primero la punta entraba, algo de trabajo le costaba, pues dolor en su rostro expresaba, el frasco con miel tomo yo y mis dedos embarro, meto uno y suficiente fue porque, aunque el rabito de Michel pequeño es, trabajo en el culito de Oscar estuvo haciendo, de regreso a la cogida Oscar esta vez se detuvo para después remeter, dejando que el peso de su cuerpo dominara y relajando los músculos que por el dolor que le ocasionaban, poco a poco se metía lo que tanto trabajo le costaba, fueron minutos de acción pero su merecido precio se alcanzó y dentro de Oscar estaba todo lo que tanto trabajo costo. Una vez todo dentro Michel se encapricho y quería de todas maneras que mi verga también él se metiera. No dejo de sorprenderme, no llega ni a mis tetillas y quiere por esa experiencia pasar, lo contemplo y le digo mañana sin perder tiempo, la prueba as de pasar, déjame por un instante, con Oscar terminar, desaprueba esta decisión mía y ...