La doctora Elia
Fecha: 23/04/2020,
Categorías:
Hetero
Autor: oscareduardo, Fuente: SexoSinTabues
... doctora, lo estaba tratando de reanimar. Después de unos breves minutos se recuperó un poco y acto seguido abandonó el consultorio. La siguiente semana volvió a su trabajo normal sin embargo no entendía el porqué de ese desmayo, se sentía bien de salud y para comprobarlo se mandó a realizar los exámenes convencionales sin encontrar nada anormal. El jueves por la tarde la doctora Elia nuevamente lo citó para el viernes en su consultorio. Ernesto sintió nuevamente miedo, su jefe definitivamente lo estaba acosando pero no podía hacer nada, necesitaba de ese puesto. Cuando entró al consultorio la doctora Elia estaba sentada en un sofá que tenía en una especie de sala de espera para sus pacientes, lo invitó a sentarse junto a ella, Ernesto volvió a sudar …Elia con un tono casi susurrante le preguntó cómo había seguido, acto seguido tomo su estetoscopio y con una actitud profesional se alistó para hacerle un examen. Desabrochó la bata de Ernesto y se la quitó, quedó fascinada al observar el pecho desnudo cubierto de un espeso vello negro que ocultaba unos poderosos músculos pectorales, con una precisión profesional empezó a deslizar el estetoscopio por el torso de Ernesto, sentía el contacto del metal sobre su piel como un extensión de su mano profesional, las manos de Elia desabotonaron un poco el pantalón y el frío disco se deslizó hacia su pubis, Ernesto sintió un frío de muerte. La mano de Elia cambió de repente el estetoscopio por el miembro viril de Ernesto que ya estaba ...
... erecto, lo sujetó firme pero su rostro no dejó translucir ninguna emoción. Sus manos empezaron a acariciar su verga, lo hacía despacio, apretaba y aflojaba ese cilindro de carne como cuando un niño palpa con curiosidad la golosina que más tarde va a consumir. Ernesto se sintió acorralado , quiso reaccionar pero esas manos prodigaban caricias intensas que no podía rechazar. Elia con actitud displicente, sin una pizca de emoción lo despojó de su pantalón y su ropa interior, allí quedó Ernesto con su erecto miembro a merced de esa mujer indescifrable, a horcajadas se subió y en una frenética carrera empezó a cabalgar sobre su miembro erecto, sin emitir palabras, sin aparentar emoción, sin gritos ni jadeos estridentes poco a poco fue acumulando en su interior un mar de emociones reprimidas, unos deseos no expresados, unas pasiones obscuras y desbordadas, un lado oscuro que nadie conocía, y de pronto explotó, sus movimientos se volvieron frenéticos, su cuerpo era sacudido por unos espasmos de locura, sus uñas se aferraron a la piel de Ernesto dejando hendiduras de placer, su orgasmo era una fuente inagotable de sentimientos encontrados que la llevaron al clímax del placer y la lujuria, Ernesto también sintió que sus entrañas hervían y que un orgasmo descomunal llenaba de semen a esa singular mujer, su cálido fluido venía a llenar todas esas cavidades vaginales de esa mujer hambrienta de pasión. La doctora Elia le ofreció un trago a Ernesto, éste sitibundo lo apuró de un solo tirón, ...