1. Una Vecinita muuuyy atrevida


    Fecha: 26/04/2020, Categorías: Jóvenes Autor: jorgecampos, Fuente: RelatosEróticos

    Fui a la casa de mi vecina de enfrente, una mamá soltera de casi 36 años, pero de muy buen cuerpo. Toqué la puerta para entregarle algunas cosas que me había prestado pero solo estaba Sandra, su hija de 18 apetecibles años.
    
    -Pasa, mamá no está pero dime en qué te puedo servir yo-, me dijo con esa frase y casi me desnuda con la mirada. No sé si Sandra andaba caliente, pero sí me puso nervioso su actitud. Ella traía puesto una mini muy cortita color roja y una blusita de tela muy delgada. No traía sostén y se le traslucían sus erectos pechos y sus pezones bien paraditos.
    
    -¿Qué estabas haciendo que estás tan agitada?-, le dije burlón.
    
    -Estoy viendo una película porno, y me puso muy caliente, ¿quieres verla?-, y diciendo esto me jaló a su cuarto.
    
    En la tele estaba una pareja en plena acción, la chica estaba acostada en la cama abierta de piernas de par en par y el hombre le pasaba la lengua por sus labios vaginales haciéndola gemir y contorsionarse de placer. La chica se meneaba tan eróticamente que mi pene se puso duro bajo el pantalón. Y noté que Sandra ya me lo estaba mirando. Comenzó a quitarse el pantie que llevaba bajo su minifalda y me dijo que le gustaría saber si es verdad que gozan tanto en esas películas haciendo eso. Entonces me acostó en su cama y ella me desabrochó el pantalón para sacarme el pene. Mi pene se alzó erecto y lo sostuvo con sus dos manos. Ella comenzó a besármelo y lamerlo con exquisita dulzura. Rapidísimo me quité el pantalón por ...
    ... completo. Luego sus labios se prendieron de mi miembro con ávida pasión y comenzó a mamarme bien rico, y le dije que pusiera su sexo sobre mi cara para hacer un 69. Cuando la puso al alcance de mis labios el aroma de su cosita era fresco y limpio, de una joven exquisita y ardiente y deseosa de experimentar. Su piel suave como terciopelo. Por el espejo que tenía ella a un lado, se veía linda empinada arriba de mí chupándome el miembro, con sus pechos rozándome el vientre.
    
    Su delicioso sexo en mi cara me erotizaba transportándome a un mundo de dulzura más allá de simple sexo. Me propuse hacer gozar de lo lindo a esta chiquilla, en verdad se lo merecía por esa pícara sonrisa que la acompañaba siempre. Entonces comencé a masajearle las nalgas y a pasarle mi lengua por sus labios vaginales varias veces. Ella gimió y sentí como se hiba humedeciendo su vagina cada vez más. Ella gozaba tanto cuando mi lengua le pasaba cerca de su ano. Luego comencé a chuparle su panochita húmeda. Ya la tenía bien caliente. Y en cuanto más le chupaba ella gozaba, y más rico me chupaba el miembro.
    
    -¡Qué dura y carnosa la tienes! .. está bien rica-, me decía, y seguía mamándome mi tranca. Yo seguía chupándole su sexo cada vez más y más hasta que sentí su vulva bien durita y caliente. Y le comencé a juguetear la lengua ahí. Ella se mojaba más y más y gemía y se retorcía gozando casi estampándome su vagina en mi boca pero sin soltarme el miembro. Sus manitas me acariciaban los testículos y subían y bajaban ...
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