Uno, dos y...
Fecha: 26/04/2020,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: ciutatmuda, Fuente: RelatosEróticos
... amistad que venía de lejos, nos propone que nos pasemos por Calonge, un encantador pueblecito costero muy cerca del cámping. Además de la casa en la que veranea, tiene una barquita con la que podemos pasar un dia en el mar, voreando al costa de calita en calita, no sin tomar unos vinos blancos y unos aperitivos. Evidentemente, nos apuntamos al plan sin dudarlo.
Y esa misma mañana, almorzando delante de la tienda, y sin venir a cuento, nuestros pensamientos se cruzan. Casi no hace falta que, no sin ruborizarse, me diga:
- Sabes? Siempre he pensado que aquello que alguna vez hemos hablado... hoy podría ser. Él dá el perfil, y cadaqués tiene esa mágia...
Coincido con ella. Tan solo hace falta ir lo suficientemente lejos con el barco para estar tranquilos, en una calita mismo, y allí dejar que ella hable con él y que el vino y el morbo hagan el resto. Es un momento excitante, todo aquello que habiamos fantaseado, viendolo lejos, puede suceder. Pero aún y así decidimos no seguir dándole vueltas, y nos vamos para Calonge.
Llegamos allá y nos encontramos con una "mala" notícia. Su amigo Leo va a acompañarnos todo el día. A solas con Blanca, comentamos que aun así tratará de hablar con Bruno i proponerselo. Nos presentamos con Leo, y despues de cocinar algo para picar zarpamos hacia el norte, buscando un rinconcito. El día transcurre increiblemente bien, no nos falta la buena comida ni el alcohol ni las anecdotas, y los cuatro lo pasamos en grande. Pese a esto, no ...
... llegamos a conseguir ningun momento en que Blanca y Bruno hablen tranquilamente, y ella pueda sacarle el tema.
Y empieza a anochecer, volvemos a puerto, y pese a que esa misma noche nos volvemos a ver, y incluso un par de días después de nuevo, no surge ninguna oportunidad de que pase, ni tan solo de sacar una conversacion y proponerlo.
Pasa un mes, y Bruno nos invita a una fiesta de despedida en Valencia, pues va a pasar un tiempo largo viviendo en el Londres. Es un viernes noche de octubre, tenemos otras opciones, pero al final nos decantamos por pasarnos. No somos de allí, pero tengo las llaves de un local con sofás dónde podemos pasar la noche, así que salimos a rebentar. Y más cuando, a poco por llegar al bar dónde hemos quedado, Blanca me confiesa que esa noche le apetece mucho emboracharse, y que no sabe si va a ser capaz de controlarse y no irse de la lengua con lo del trio. La conozco, y sé que en verdad me está consultando qué me parece la idea. "Ya veremos", le digo.
La noche empieza bien. Vamos de bar en bar, a copas y chupitos, hasta que Blanca empieza a estar achispada, y de hecho yo tambien. Nos cruzamos miradas. "Se lo voy a decir" me susurra. "Adelante".
Salimos del ultimo bar, y les dejo solos para unirme al resto del grupo, no sin estar pendiente de ellos de reojo. Hablan diez minutos, hasta que llegamos a un local dónde no nos apetece entrar porque nos quieren cobrar 12€ por estar allí una hora. Blanca se me acerca, le brillan los ojos de exitacion, y ...