Uno, dos y... - Relatos Eróticos

Uno, dos y...

... ya muy mojada, y no me cuesta mucho esfuerzo conseguir que con mis embestidas empieze a gemir, pese a tener la boca bien llena de polla.

El sofá dá mucho de sí, y no son pocas las posturas que se suceden en él. En todas ellas, Blanca es follada por uno de nosotros mientras se esfuerza en comersela al otro, cosa que realmente consigue con naturalidad. Jamás la he visto así, totalmente entregada, y parece ya imposible de parar. Es el momento. La tumbo encima de mi, boca arriba, y aprovechando lo mojada que está tanteo su culo, no sin tocarle el clítoris y arrancando sus gemidos. Me lo pide, en la oreja, susurrando. Metela. Entro la puntita, despacio, hasta que se acostumbra, y es ella quien empieza a cabalgarme. Y cuando estoy por metersela entera, Bruno hace ademán de añadirse. "Toda tuya", le digo. Y se la mete por delante, no sin algun problema, pese a que no tardamos en encontrar el ritmo. Bruno la embiste sin piedad, y yo me conformo con mantener esa puntita que sé que le encanta, mientras que encuentro su clítoris bien duro y agradecido. Efectivamente, pronto la espalda de Blanca empieza a arquearse, su respiracion a acelerarse, sus gemidos a aumentar, hasta que explota en un increible orgasmo, y junto con ella Bruno lo hace también.

Estamos totalmente exhaustos, incluso desorientados. Hemos estado casi una hora follando, y follando fuerte, brutalmente conducidos por nuestros impulsos desatados por el alcohol, aunque no por ...

... eso sin increibles besos y caricias. Pero Blanca está algo resentida, quizás hemos sido un poco salvajes, y nos dice que duda poder seguir follando, pero aun y así yo no me doy por satisfecho y le pido más, falto yo, y Blanca no tarda en satisfacerme, otra vez de rodillas, comiendomela como nunca. Por su lado, Bruno, tumbado exhausto en el sofá, nos dice:

- Dudo poder seguir, yo.

- Tranquilo - le digo - Blanca es especialista en "pequeños milagros".

Y así es. Una mano de Blanca se desliza por su muslo, tanteando su polla. Juega con ella mientras me la come, y lo hace tan bien que para cuando por fin se mete la boca de Bruno en la boca de nuevo, él vuelve a estar totalmente duro. Blanca se da cuenta, eso la excita, y aumenta su ritmo haciendonos córrer a los dos prácticamente a la vez.

Ahora sí, es el final. Bruno se viste, nos despedimos, y nos vamos a dormir. Son las 10 de la mañana.

Espero os haya gustado. En todo caso, esto es lo que pasó, aunque claro, es mi punto de vista. Por eso, animo a "Blanca" a colgar en este mismo foro y con este mismo usuario su version de los hechos, centrandose en los detalles que considere. Estad atentos, ella escribe mejor que yo (que no es tampoco muy dificil). Hasta entonces, os propongo que comentéis lo que os haya parecido, y si quereis que os expliquemos cualquier cosa que os hayais quedado con curiosidad por saber no dudéis en pedirlo, si lo preferis tambien a laciutatmuda@gmail.com