1. Una juventud madura (VIII): Fin del campamento


    Fecha: 29/04/2020, Categorías: Hetero Autor: jtvalverde, Fuente: CuentoRelatos

    ... penetrarme si quieres. Lo que tú quieras. —Me contestó medio sollozando y tocándose el trasero adolorido por el impacto contra el suelo.
    
    —¿Pero por qué dices eso? Vístete o te visto yo a las malas. Tu hermano puede llegar en cualquier momento. —Le dije enfadado
    
    —¿Por qué con mi hermano sí y conmigo no? Puedo hacerlo, no sería la primera vez. Se me da bien. No me harás daño.
    
    —¿Qué? Mira da igual. Ahora no quiero hablar de esto.
    
    Roman, dándose por vencido y volviéndose a tapar con la toalla me miraba como me dirigía a la puerta con paso firme.
    
    —¿Se lo dirás a mi hermano? Por favor, no se lo digas. —me suplicó asustado
    
    —No se lo voy a contar, pero luego tú y yo vamos a charlar. —Acabé, saliendo por la puerta y dirigiéndome a las duchas más cercanas.
    
    Allí sólo había críos desnudos haciendo guerras de agua y jabón. Ni rastro de Iván ni los otros. De vuelta, me encontré con Martin que se dirigía a su cabaña. Me comentó que había visto a Lucas e Iván entrando en la cabaña del primero, así que me dirigí allí, pero al llegar la puerta estaba cerrada. Toqué, pero nadie contestó. Se oían ruidos dentro, pero a diferencia de nuestra cabaña, la de Lucas tenía un suelo tapizado con moqueta. No podría ver a través de las baldas del suelo.
    
    Dando una vuelta a la cabaña vi que la ventana estaba entreabierta, así que ya por curiosidad me asomé para ver si estaban allí. Desde la ventana podía ver la cama de Lucas. Había dos personas desnudas gimiendo, una de ellas parecía ...
    ... ser Lucas, pero la otra no conseguía verle la cara. Lucas estaba penetrando a alguien que se encontraba bocarriba con las piernas sobre sus hombros. Por los pelos de estas podía entenderse que era un chico. Me temía lo peor. Únicamente podía ver la espalda de Lucas, sus nalgas con el continuo vaivén y esas piernas retorciendo los dedos de placer. Sería en el cambio de posición cuando se descubriría el pastel. Mis sospechas eran ciertas. Lucas estaba sodomizando a Iván, haciéndole gemir como una perra. Se me vino el mundo encima, incluso mis piernas cedieron haciéndome caer al suelo. No pude hacer nada más que levantarme, salir corriendo e irme a al baño más lejano del campamento a soltar toda la tristeza interior que había acumulado.
    
    Odiaba que los demás me vieran llorar. De hecho, incluso me metí en la ducha con el agua abierta para disimular mi llanto y mis lágrimas. Yo nunca lloraba, pero en esa ocasión tenía motivos para hacerlo. El chico de cabellos de oro del que me había enamorado me había cambiado por otro como un juguete viejo.
    
    Tengo que ser sincero. La tristeza me duró muy poco ya que en apenas unos minutos ya estaba pensando en mi propia venganza.
    
    ¿No me ha sustituido él por otro? Pues… ahora es mi turno. —pensé
    
    Me levanté del suelo de la ducha en la que me había acobijado, me dirigí a la cabaña y entré. Roman estaba tumbado en la cama en boxers con los ojos cerrados durmiendo como un angelito. Me acerqué a él, puse una rodilla en la cama, me agaché y ...
«1234...8»