Los pies de Daniela
Fecha: 30/04/2020,
Categorías:
Fetichismo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... maestría.
“Si, puta, si, si, come, come”, la decía yo que empezaba a
estar fuera de mi. Por suerte no entraba nadie en los servicios. Mientras yo
chupaba sus pies frenéticamente y los lamía por todos los rincones. Yo empezaba
a tener síntomas de un primer orgasmo.
“Sigue….., zorra, sigue……, lámemelo todo, méteme la lengua
bien dentro, trágate todo mi flujo, guarra….siiiiiii, cerda,
siiiiiiiiiiiiiiii………………………ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh……………………………..”. Me corrí
con gran estremecimiento mientras apretaba su pie contra mi pecho.
Cuando acabé, nos quedamos mirando y nos entró la risa porque
la postura que teníamos era de contorsionistas de circo. Yo deje su pie y la
besé con ternura en la boca a la vez que empezaba a sobar su coño.
“Ven, preciosa, que voy a hacer que te corras en mi boca”, la
dije invitándola a cambiar de posición. Ella se quedó quieta y me dijo:
“Antes quiero que me mees”.
Yo lo había hecho a veces y no me importaba. Me gustaba, pero
pensé que allí nos íbamos a ensuciar mucho. Por eso pregunté:
“¿Aquí?”
“Ven”, me dijo ella mientras abría la tapa y me ponía encima.
“Méame en las manos”, siguió.
Yo me puse sobre la taza, levantada esperando que ella
pusiera las manos debajo. Así lo hizo y me dijo:
“Venga, putilla, échame una buena meadilla”, dijo sonriendo.
Tardé un poco pero al final solté un buen chorro sobre sus
manos que puso en forma de cuenco para recoger todo lo que podía.
“Así, ...
... putilla, así. Échame ese pis calentito que me
guardabas”, exclamo como si atesorara entre sus manos el mejor regalo. Cuando
acabé, todo mi pis se había derramado hacia el interior de la taza pero quedaba
una buena cantidad entre sus manos. Ella sin dudarlo se llevó las manos a su
boca y bebió el líquido amarillo como si fuera una cerveza fresca. Cuando acabó
echó su cabeza hacía atrás.
“Ahhhhh………….mmmmmmmmmmmm…….sabía que tu ibas a tener una
meada bien rica”, dijo más para si misma que para mi. Yo veía como restos de pis
le caían por la comisura de los labios y sin saber porque quise besarla. Así lo
hice y por primera vez probaba mi propio pis. No me desagradó en absoluto porque
ya estaba otra vez muy caliente y me encantaba besar a aquella mujer. Volvimos a
sobarnos ambos coños y yo m agaché para llevar mi lengua a aquel precioso
chochito que tenía enfrente de mi cara.
“Mmmmmmmmmmm…….eso es, zorrita, eso es………..chúpame bien”,
decía mientras lanzaba su cabeza hacia atrás.
Yo me di un buen festín mientras me tocaba a mi misma, casi a
punto de correrme de nuevo. Yo notaba que a ella le quedaba también muy poco.
“Mmmmmmmmmmmm………….sigue, cerda, sigue, no pares nunca,
SIGUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE ……………………… ..AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH ……………………………..”.
Dijo chillando como una loca. Yo estaba segura de que no había nadie, pero me
hubiera dado igual porque a la vez que ella gritaba yo me corría de ...