1. Los cuernos de Quique


    Fecha: 28/09/2017, Categorías: Incesto Autor: PobreCain, Fuente: CuentoRelatos

    ... obsequiarnos con su compañía estamos dispuestas. Miré a la otra chica; la que estaba entre los dos cuarentones que afirmó con los ojos entrecerrados y restos de eyaculación en el cuello y sobre los pechos.
    
    Volvimos al vestuario donde me di una ducha rápida, nos vestimos y me despedí de Lurdes al pasar junto a la puerta de la sauna, y me fijé en el termómetro que marcaba una temperatura de 45 grados. Chimo se dio cuenta de mi extrañeza y señalando otra puerta aclaró. — esta otra es también seca y como ves tiene una temperatura de 65 grados y una humedad del 80% para tomar una sauna de no más de cinco minutos cada vez que entremos, pero eso será en otra ocasión si te decides a venir con frecuencia.
    
    Mis jadeos se habían oído en todo el gimnasio como pude comprobar cuando hicimos un segundo recorrido en medio de las miradas cómplices de unos y otras, a los que Chimo me fue presentando por sus nombres.
    
    Me acompañó a casa y nos despedimos en el ascensor; la tarde siguiente fui al gimnasio para que me abrieran la ficha y dar el número de cuenta para que cobraran las mensualidades, esa semana fui solo dos veces y la siguiente cuatro y ese fin de semana marchaste a la final de la “Copa del Rey" te fuiste con tu cuñado el viernes por la tarde, supongo que para correros una buena juerga y regresaste a casa el domingo a media tarde y nosotros lo pasamos aquí; poco después de que marcharas me recogió en el parquin de casa y con su coche nos vinimos, regresé el domingo por la ...
    ... noche con tu hermana, a la que llamé para que pasara a recogerme y todo el camino lo pasamos criticándoos por habernos dejado solas el fin de semana; me preguntó porque no la llamé el viernes cuando me vine, y le respondí sin mentir que la llamé a casa; lo hice para dejar constancia de haberla llamado, sabía que no estaría porque que me propusiste ir con ella a la casa que tus padres tiene dos pueblos más abajo.
    
    A partir de ese día nos vemos tres o cuatro veces en semana cuando en teoría me voy al gimnasio; algunos días sí que vamos, aunque la mayoría de tardes bajo dos plantas y nos quedamos en su casa y si haces memoria, desde esas fechas dejé de acorralarte para tener sexo.
    
    Ya lo sabes todo, pero quiero que me prestes mucha atención unos minutos.
    
    Hasta ahora lo has decidido prácticamente todo, cuando casarnos, donde ir de vacaciones, la compra de esta casa y muchas otras cosas y aunque algunas las consultaste siempre lo hacías cuando todo estaba atado y dispuesto, de modo que al intentar cambiar algo te enfadabas hasta salirte con la tuya y dejé de discutir hace bastante tiempo.
    
    En esta ocasión he decido algunas cosas que no voy a discutir y no te queda otra que aceptarlas o tomar la alternativa que te ofrezco; no pienso dejar el gimnasio, ni el piso o esta casa y mucho menos a Chimo y si quieres dejarme puedes hacerlo, aunque no te concederé el divorcio si pretendes vender lo que hemos comprado juntos para llevarte una parte.
    
    Si decides marchar con lo puesto no ...