Nuestra 1ra Experiencia Swinger
Fecha: 05/05/2020,
Categorías:
Voyerismo
Autor: freeview76, Fuente: RelatosEróticos
Mi esposa como ya les he comentado es una hembra imponente, con un cabello rojizo y unas tetas grandes y deliciosas, que junto a su culo firme, hacen la delicia de cualquier palo, es increíble lo sabroso que me masturba entre sus tetas, mientras me chupa la pingona. Mide 1.75 y tiene muy buena cintura, con una mirada, que te enloquece mientras se viene.
Siempre mi esposa y yo hemos sido muy espontáneos, mientras hacemos el amos hablamos vulgarmente y le cuento fantasías, que antes nos parecían imposibles, a su oído mientras jadea, esto la pone a mil en un instante y sus orgasmos son casi frenéticos, de lo fuerte que se excita. Una fantasía recurrente en mis historias, siempre era la de verla besándose con otra chica, o como otra le lamia el culo mientras yo la penetraba… Pero las que más le gustaban siempre eran en las que había otro hombre mirándonos y masturbándose mientras lo hacíamos o chupar dos pingas a la vez y luego metérselas juntas por el bollo…
Todo esto no eran mas que fantasías muy recurrentes y excitantes, hasta que un día… Llegaron unos vecinos nuevos al barrio, contemporáneos nuestros y muy pronto congeniamos, el era pintor y le encantaba pintar desnudos y pronto descubrimos con morbo, que tenia la casa llena de cuadros con desnudos de su esposa. Comenzamos a compartir más tiempo con ellos, sin demasiada malicia, pero poco a poco fuimos empezando a fantasear con ellos mientras chingabamos, ya le poníamos rostro al hombre que la penetraba junto a mí y a ...
... la mujer que le lamia el bollo.
Una noche salimos a ver un show de modelos, y perdimos rápidamente la cuenta de la cantidad de cervezas que nos tomamos. Comenzamos a hablar sobre la libertad de la mujer, y de cómo debía de aprender a gozar el sexo sin tabúes, y de lo fuerte que es la pareja cuando no tiene ataduras. Al regresar a casa, inventamos cualquier excusa tonta, con tal de seguir la conversación, que ya a esa hora eran sobre las fantasías que teníamos, y si teníamos o no valor de hacerlas realidad. Cuando de improviso Julian, que así se llama nuestro vecino le dijo a Lola, su esposa:
-Sácate el brasier y enséñanos tus tetas.
-Hay, papi- le dijo Lola.- estate tranquilo que vas a molestarlos.
- Eso te molesta? -le pregunto a mi esposa.
Inmediatamente nos miramos y conteste yo en su lugar:
-Enséñale tus senos mami!
Mi mujer, sin mucho remilgo y con mucho morbo, se saco una sola por encima de la blusa, luego Lola hizo lo mismo y nosotros parecíamos un abanico, mirando atónitos de una a otra, ya puesta a enseñar, mi mujer saco la otra y comenzó a moverlas y a sobárselas con las manos mientras miraba descaradamente como Julian se sobaba la pinga por encima del pantalón. Luego continuamos conversando ya ellas con las tetas afuera y nosotros con las pinga en la mano masturbándonos.
Ellas se quitaron las bragas y con las piernas abiertas nos enseñaban su chocha empapada. Con miedo a continuar más lejos, comenzamos a comernos cada uno el bollo de nuestras ...