El cholo de la terminal
Fecha: 05/05/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Hunter, Fuente: CuentoRelatos
Hace un buen tiempo tuve que visitar a unos clientes que están a dos horas y media de la capital. Me fui temprano en bus, más cómodo y tranquilo y deje mi auto estacionado en la terminal de buses de mi ciudad, muy moderna, grande y con muchísimos locales llenos de gente a toda hora.
Al regreso, siendo las 4 de la tarde, busqué un asiento cómodo y me senté, quedándome ligeramente adormilado mientras el bus partía. Al rato siento como se van acomodando más personas y mi puesto seguía vacío. De repente veo que sube al bus un tipo como de 25 años de edad, altísimo, mediría por lo menos 1.86 de color trigueño y corte de pelo militar, ojos avellana y cabello chocolate oscuro. Era lo que nosotros llamamos un cholo, pero muy guapo, con unas piernas gruesísimas, unos brazones muy musculosos, se veía que no era solamente pesas que levantaba y un color tostado de piel muy muy excitante. No pude dejar de mirarlo y él se dio cuenta de mi interés. Cargaba un suéter verde estilo militar, muy pegado y una mochila vieja y desgastada.
Se paró un momento para buscar un puesto vacío y se sentó justo al lado mío. Vi que se irguió mucho, tal vez un poco molesto por mi obvia curiosidad de verle el bulto que se le formaba en sus ajustados jeans. Eran unos (90 kilos) de puros músculos.
Nos fuimos ya a la carretera abierta y yo me quedé dormido. De repente, como a la hora y media de viaje siento un calor y cosquilleo muy sugestivo, en mi muslo. Era la pierna de él que me rozaba y me ...
... quemaba. Despedía un calor muy agradable y yo me puse a examinar las facciones del tipo con interés. Tenía la barbilla recién rasurada y olía a limpio. Los labios eran carnosos sin ser gruesos y la nariz aguileña. Él se hacía dormido pero yo sentía como en cada curva se pegaba más a mí.
En la creciente penumbra de la tarde pude ver como el bulto de su jeans se le marcaba cada vez más y más y el lentamente se apretaba la verga sobre el pantalón. Todo esto muy disimuladamente y noté como se acomodaba en el asiento, todo esto rodeado de otra gente. Yo, con disimulo, pasaba mi lengua por mis labios, remojándolos lascivamente y mi verga se paró totalmente.
Llegamos a la ciudad casi de noche y noté que se bajó apresuradamente del bus, sin ni siquiera mirar para atrás. Bastante decepcionado por su cobardía me dirigí al estacionamiento a buscar mi carro. Estaba todo llenísimo, colas de gente, los escolares que iban a sus casas y el ruido de los buses. A medio camino me fui a los baños públicos, famosos por los ligues que se hace en ellos.
Cuando terminaba de orinar, que sorpresa, ahí estaba el cholo. Yo me sonreí y me lavé las manos lentamente, esperando que el terminara de orinar. Se le notaban las nalgonas bien paradas y las piernas fuertes. Cuando salimos del baño yo caminaba lentamente, delante de él para que me pudiera ver bien. Tengo un buen trasero y a pesar de que soy blanco y no muy velludo, me veo bastante bien. Iba vestido con ropa semi formal, camisa manga larga y ...