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Explorando mi sexualidad. II (Mi inocencia muere bañada en sangre)
Fecha: 07/05/2020, Categorías: Gays Autor: ganimedesve, Fuente: SexoSinTabues
Desde lo ocurrido en elmrelato anterior, algo en mi ser se había roto, ya las cosas no las percibía de la misma forma, y en mi se había iniciado algo, ya las miradas hacías los hombres eran diferentes, mi conocimiento se había abierto como en el momento que la serpiente le da de comer del fruto prohibido a Eva. Desde mi primer encuentro con El (seguiremos llamándolo de la misma forma), ese deseo inocente que sentía por los hombres se había transformado en algo mas carnal, yo ya no era un niño común de 6 años, ya había conocido el placer, había sentido el deseo de un hombre y había visto lo que podía generar en mis semejantes. Las veces que iba a la casa de aquel familiar a jugar con sus hermanas y otros conocidos, que lo veía a El desde la distancia, miraba cada centímetro de su piel deseándolo tener cerca, de poder tocarlo, de poder disfrutar un momento de intimidad con aquel hombre que ahora deseaba más de lo que lo había deseado en un principio. En algunas ocasiones llegamos a cruzar miradas, pero El era inaccesible para mi, yo era tímido, nunca fui un niño con malicia aunque siempre tuve agilidad para obtener lo que deseaba, pero aun así no había contacto con El, El vivía su mundo de adolescente, compartía con sus contemporáneos, para el quizás solo fui una en retención de momento, el solo me veía a la distancia mas no me buscaba. Después de aquel primer encuentro vagamente recuerdo una ocasión en la que tuvimos la oportunidad de estar a solas en el jardín de su casa, mas ...
... en la casa habían otras personas pero estarian ocupadas en quehaceres. En uno de de los costados de su casa había una especie de pasillo con una sola entrada que a la vez era la misma salida, un lugar donde almacenaban cosas, estando a solas en el jardín de su casa me llevo a escondidas a ese sitio, con nerviosismos me indicaba que quería mostrarme algo, yo ya sabia a que ibamos y el me miraba con lujuria, con deseo, con perversidad, me llevo hasta el final del pasillo, me presiono contra la pared, por la diferencia de tamaño escasamente yo podría dar a su entre piernas (yo tenia 6años, y el entre 15 o 18años), sentí su miembro erecto, sus piernas musculosas, y levante mi mirada para verlo a sus ojos, el me sonrió, se agacho y me dio un tierno beso, mientras yo apoyaba mis manos en sus abultados pectorales, el se levanto, saco su miembro y ya no tenia que indicar nada, ya no tenia que untarlo, llevo su glande a mi boca, lo sacaba y lo metía suavemente mientras sostenía mi cabeza con sus manos, después de unos pocos minutos de saborarir su miembro y pasar mi lengua por el y por sus bolas, tuvimos que terminar con aquello pues a el lo estaban llamando. Después de esa experiencia los días pasaban y ya no habían mas coincidencias favorecedoras, el se ausentaba (no conocía las razones, pero el era un chico mala conducta), yo tampoco visitaba la casa con tanta frecuencia, y cuando lo lograba ver no estábamos solos. Una tarde lo recuerdo con claridad, sería fin de semana, todos los ...