Explorando mi sexualidad. II (Mi inocencia muere bañada en sangre) - Relatos Eróticos

Explorando mi sexualidad. II (Mi inocencia muere bañada en sangre)

... niños de la calle estabamos jugando a la pelota, nuestras madres estaban reunidas en el porche de nuestra casa, ya que tenían nexos familiares como lo relate anteriormente, de ante mano sabia que el estaba en su casa solo, y aprovechando que todos estaban entretenidos jugando, me fui a meter a la casa de El, ya mi inocencia empezaba a desaparecer no tenia malicia pero como dije cuando deseaba algo iba por ello, pero en mi ignorancia no sabia a lo que en realidad me estaba enfrentando, no sabia lo que me esperaba. Al entrar a la casa de el, efectivamente estaba solo, el estaba lavando su ropa, recuerdo que entre a su habitación y ahí estaba el, sin camisa, con sus habituales blue jeens prelavados, con su cuerpo moreno, su piel tostada, su abdomen marcado, sus grandes brazos, su espalda, su firme y redendo trasero, y pues si aunque no lo crean y a esa corta edad de 6 años yo ya apreciaba la belleza masculina. El elegía su ropa callado, ya se había percatado que yo estaba allí, pero solo balbuceo algunas palabras que ni las recuerdo ya, yo me acerque a el y no se por que puse mi mano en su trasero, y el se volteo y me dijo ya te daré lo que tu quieres, el salio del cuarto a sonarse a la ventana de que daba a la calle a ver que hacían todos, y a asegurarse de que no había nadie en casa, luego entro al cuarto y me tomo por la mano, me llevo al baño y me dijo te haré algo pero no vayas a llorar, yo no le imaginaba a lo que el se refería, pero aquel chico era un hombre que me ...

... volvía loco, que hacia que perdiera mi voluntad, la sangre me hervía de la excitación, mi pequeño pene estaba erecto, porque el me iba a tocar. El !e llevo al baño, y me tomo por la cintura y me subió sobre la tapa del hinodoro (retrete, pocera, water clo, etc), no habían muchas palabras ni explicaciones aquel día, solo unas muy pocas, después de subirme en la tapa de la poceta, me bajos los shorts y mi ropa interior, me dijo lo que te voy a hacer solo te dolerá un poco, no vayas a llorar, el me puso de espaldas a el, me pidió que tomara mis nalgas u las abriera y que me inclinara un poco hacia adelante, todo esto mientras el se lubricaba su pene con saliva, yo no sabia que haría, yo no sabía de penetraciones, el tampoco me dilató ni introdujo sus dedos ni nada de esto, el me empezó a penetrar de una vez, conmigo inclinado de espaldas a el y abriendo mis nalgas para que el hiciera lo suyo, coloco la punta de su miembro en mi ano, me tomo por la cintura y ejerció tanta presión que sin mucho trabajo su glande paso y quizás no mas de un centímetro de su tallo, el dolor punsante y el ardor fueron intensos, yo empecé a llorar y el solo decía aguanta, aguanta, pero yo no paraba de llorar, el lo saco y me dijo eres un mocoso llorón, me subió los shorts y la ropa interior y me dijo vete de aquí, y ni se te ocurra decir nada, para mi todo se había roto, en ese momento no había felicidad, no había satisfacción, por mi cuerpo corría un dolor intenso y no paraba de llorar, yo salí llorando de ...