1. La primera vez que engaño a mi marido


    Fecha: 07/05/2020, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Me llamo Mónica, soy una mujer casada, 38 años, madre de una niña de 5. Soy una mujer de 1,75, bastante alta, rellenita como me dice mi marido, trabajo en un súper, en un pueblo cerca de Talavera de la Reina. Nadie me ha llamado la atención como un señor argentino que viene siempre a. comprar y pasamos un buen rato hablando, ese acento que tiene la verdad que atrae mucho. Siempre me dice cosas que muchas veces no le entiendo. Siempre me dice que le gusta mi pan dulce y no sabía que me quería decir con eso. Pablo, que así se llama este señor, en algo mayor que yo y un poco mas bajo que yo. Nos conocemos desde hace un tiempo, y un día me atreví a preguntarle que me queria decir con eso de que le. gustaba mi pan dulce, él empezó a reirse y me contagió su risa, nos reiamos pero yo no sabía de que me. reía, hasta que me lo dijo, él le. decía pan dulce a mi culo, aunque no lo tengo grande, si tengo las nalgas bien redondas. Yo lo quedé mirando sin dejar de sonreír, «eres un cara dura», le dije, a lo que Pablo siguió riendo. Era de esos caraduras que digan lo que digan, no pare insultar a nadie, «sabes que soy casada, verdad, así que no sueñes con mi pan dulce», le dije, riendo y dejando claro que no se tome mas libertades conmigo. Noté que después de eso,. empezó a venir menos, nos saludamos, pero no habia ese filin, esas bromas que nos decíamos. Yo misma noté que extrañaba sus cosas, que me. diga que le. gustaba mi pan dulce como él le decía. «Pablo, estas enojado conmigo?», le ...
    ... pregunté intrigada, «no Mónica, para nada, es que no quiero que pienses mal de mi», me. dijo y siguió comprando, «vale, pero es que ya no hablamos ni me. dices mas nada, pareces molesto», le dije caminando a su lado, hablando con él. «No, no te preocupes», me dijo, pagó y se fue. Yo no me lo podía sacar de. la cabeza, extrañaba que me diga esas cosas que él me decía. «Ya no te gusta mi pan dulce?», le dije una tarde que entró a comprar, «si, me encanta, y lo envidio a tu marido por poder comerselo, me encantaría poder comertelo yo», me dijo mirando mis ojos que le brillaban. «Si eso que me haz dicho quiere decir que mi marido me. folla por el culo, nunca me lo ha tocado», le. dije seria. «Este pan dulce esta sin abrir?», me. dijo, y siento su mano pasar por una de mis nalgas, «oye, no seas loco, no me toques el culo», le dije, pero no porque me haya molestado que me pase su mano, era porque tenía miedo que alguien nos viera, ya que en el pueblo todos nos conocían. «Donde y cuando nos podemos ver que no sea. acá», me dijo. Yo me quedé sorprendida con lo que me dijo, jamás pensé que me iba a proponer una cita, «no sé, deja que vea cuando pueda», le. dije y seguí haciendo mis cosas. Estaba tan nerviosa que no podía concentrarme en lo que tenia que hacer. Mi marido es transportista, y me. dijo que en una semana debía ir a entregar unas cosas a Barcelona y de ahi iba a cargar de nuevo y tenía que ir a Valencia, que iba a estar dos o tres días fuera de casa. A mi me vino como un ...
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