Mi primera vez, mi primer orgasmo
Fecha: 08/05/2020,
Categorías:
Hetero
Autor: nessaalice, Fuente: CuentoRelatos
... el vivía solo así que nadie nos iba a interrumpir. Llegué a su casa y lo primero que pude percibir fue su colonia mezclada con ese olor a cuero que me volvía loca. Estábamos en la entrada de su casa y me abrazo de la cintura y me presiono hacia el haciendo que note su erección a través de nuestras ropas, ¡dios! Sí que la tenía parada. Me lance primero hacia sus labios, nuestras lenguas se sacudían frenéticas, se tocaban y se restregaban intercambiado nuestras salivas, cada beso me mojaba más y más.
—Creo que no vas a querer que sea aquí ¿verdad? —pregunto él.
Obviamente respondí que no. Quería algo más privado y cómodo. Entre besos y caricias atrevidas terminamos subiendo a su cuarto, estaba todo ordenado y perfumado. Prácticamente era un altar para aprovechar a una virgen. Me sentía tan nerviosa pero mi vagina pedía a gritos ser mimada. El me acostó sobre su cama y empezó a besarme de una manera más dulce, mientras poco a poco me iba despojando de mis ropas, era la primera vez que estaríamos totalmente desnudos. Mientras iba sacándome la ropa iba besando cada punto en el que iban pasando sus manos, empezó por mi cuello mordiéndolo y chupándolo, bajo por mis clavículas haciéndoles hikie algo suaves, luego bajo con su lengua recorriendo hacia mis pezones y empezó a chuparlos y mordisquearlos mientras se paraban más y más.
—Dios niña eres todo un lujo, eres lujuria y me vuelves loco —susurro mientras bajaba desde mis pechos hacia mi ombligo.
Ya para ese momento yo ...
... solo tenía puesto mi cachetero, después de pasear por mi estómago se arrodillo ante mí y como si estuviera descubriendo el mayor tesoro de su vida, deslizó lentamente el interior por mis piernas hasta dejar totalmente descubierto mi sexo. Me sentía tan nerviosa pero excitada, era una mezcla intensa que hacía que cada vez mi vagina se moje más y más. El dudo por un segundo y dijo:
—De verdad quieres darme tu bien más preciado?
Obviamente respondí que sí, no había llegado tan lejos para echarme atrás quería hacerlo ya y quería que fuese él. Entonces empezó a besar mi vagina y a dar golpecitos en mi clítoris con su lengua, cada tanto la puntita de su lengua entraba por mi orificio, pero eso ya no me bastaba, necesitaba sentir algo más duro en mi interior.
De repente se paró excitado y su pene se notaba que no podía más de la excitación, estaba enorme y duro. Se puso sobre mí y me beso de una manera tan lujuriosa que empecé a gemir. De repente empecé a sentir que la punta de su pene empezaba a rozar mi entrada, era muy estrecha empecé a cuestionarme si en realidad toda esa polla enorme me entraría. Cada vez el empezaba a arremeter contra mi sexo de una manera más rápida y más fuerte hasta que en un momento dado, solo entro y yo estalle de dolor, sentía una quemazón horrible, pero a medida que seguía moviéndose yo dejaba de sentir ese dolor y comenzó a volverse placer, era tanto mi placer que no paraba de gritar metela más durooo más fuerte, por favor quiero más duro, no ...