Consolando a la Vecina
Fecha: 08/05/2020,
Categorías:
Hetero
Autor: jhuancort, Fuente: RelatosEróticos
Alejandra es estilista profesional, tiene un salon y sale todas las mañanas a trabajar por alli de las 8 de la mañana, misma hora en la que yo salía para ir a dar clases a la preparatoria, y regresaba rondando las 7 de la noche, a finales de enero (2013) entró a unos cursos de actualización por lo que estaba llegando cerca de las 10 de la noche o en ocasiones mas tarde; a la bebe la dejaba en casa de su mamá, abuela de la nena, porque su esposo jura que sale a trabajar todo el dia, (cosa que no es cierta, yo siempre lo veo salir por allí de las 5 de la tarde y regresar alrededor de las 9 pm), pero en fin no me gusta meterme en donde no me llaman.
Uno de los primeros dias en los que Alejandra comenzó con los cursos, llegó su mama con la nena buscando a Enrique (el esposo de Alejandra) pero no lo encontró al parecer la señora tenía prisa pues no soltaba el móvil marcando y remarcando a quien supongo era Alejandra, tanta era su insistencia y se le veia tan consternada que me acerqué a ella, pues ya la conocía, bueno un poco de cuando iba de visita.
- ¿todo bien señora? – le pregunté
- hay! hola Lalo, si todo bien, ¿sabes si Enrique salió?
- pues salió hace un rato, a trabajar supongo, ¿necesita algo?
- vas a decir que soy encajosa, pero ¿podrias quedarte con la niña en lo que regresa cualquiera de los dos?, es que tengo bastante prisa
- pues si tiene la confianza para dejarmela yo encantado
Me dejó a la bebe, y mil un indicaciones y se fue aún con el móvil ...
... pegado al oido, yo entre a mi departamento con la nena que estaba feliz de estar con “balo” así me decia, la dejer hacer cuanto destrozo se le ocurrió en mi casa hasta que se cansó y se quedó dormida; Alejandra llego especialmente tarde ese día y bastante furiosa con su marido, pues cuando llego despues de saludarme y agradecerme por cuidar de su hija rompio en llanto.
La invité a pasar y le ofrecí un vaso con agua para que se calmara pero ella me dijo que si no era molestia le ofreciera un trago de vino, trate de ocultar mi sonrisa y le serví un caballito de tequila lo bebió de golpe y sin hacer gesto, cuando se tranquilizó se disculpo conmigo muy apenada, le dije que no se preoupara que los amigos estabamos para cuando se necesitara y que yo allí estaría siempre, además de que me ofrecí para cuidar a la nena por las tardes cuando su mama no pudiera.
Al parecer tomó mi palabra pues por lo menos tres veces a la semana me quedaba con la niña por las tardes cuando la llevaba su abuela, y cuando Alejandra regresaba, se quedaba un buen rato platicando conmigo, tomo tanta confianza que parecía mas bien que se desahogaba y buscaba consuelo, por todo lo que me dijo entendí que se casó por el compromiso al quedar embarazada, que no soportaba las holgazanerías de su marido, ni a su marido y que se sentía sola, en mas de una ocasión entre las platicas se nos subieron un poco los tragos, no pasabamos de un par de carcias en las manos o en la cara, besos en la mejilla y abrazos, ...