Sexo Pleno con Toñita
Fecha: 10/05/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Me sumo a la larga lista de los y las que piensan que el sexo es la más maravillosa de las experiencias, y mas aun cuando este es pleno, conocí este tipo de practica a muy temprana edad ya que siempre he gozado de muy buena aceptación entre las féminas y a los 18 años ya había logrado tirarme a varias de mis compañeras de escuela, pero en aquel entonces todavía éramos muy pendejos en lo que al sexo se refiere, hombres y mujeres por igual, en aquellos entonces (principio de los 80’s) y en la comunidad en la que vivía el sexo era un tema tabú aun entre amigos, por lo tanto las relaciones que había tenido se limitaban a meter sacar y correr, nada de mamadas o posturas ni nada parecido.
Pero un día todo cambio, como dije antes tenia quince años y estaba por terminar la secundaria y conocí a toñita, una preciosidad de 26 años, casada, con un volcán sexual dentro de su cuerpo y un marido que con sus interminables viajes la tenia totalmente desatendida. La vi un día bajando del colectivo con un montón de bolsas de víveres a cuestas, ese día me habían sacado de la clase por un problema con el profesor y andaba por los alrededores de la escuela buscando distraerme en lo que empezaba la siguiente materia, y vaya que lo logre; como buen niño que soy me ofreci a ayudar a esta señora con su carga y fue asi como nos empezamos a conocer, me pregunto que hacia fuera de la escuela y el porque de mi castigo, una vez en su casa me invito a pasar a tomar un refresco y yo acepte, fue al ...
... interior de su casa y cuando volvio traia puesto un short muy cortito, una blusa de tirantes blanca que dejaba entrever que no traian sostén y sus pechos se marcaban de forma deliciosa, y en la mano mi refresco, ni que decir que nada mas al verla me puse al palo, luego se puso a acomodar lo que traia en las bolsas y seguimos platicando de trivialidades, en varias ocasiones cuando se inclinaba para poner cosas en la parte baja del refrigerador o de la alacena me dejaba una espectacular vista de su hermoso trasero y es que el short se le retraía dejando ver casi la mitad de sus nalgas, mi nerviosismo no se podía ocultar y mi calentura menos, me había terminado el refresco hacia rato y con la boca seca por el espectáculo tragaba saliva constantemente, terminada la faena de acomodar los víveres se sentó frente a mi y cruzo las piernas, un vista digna de ser plasmada en un cuadro su piel era blanca, su cabello corto teñido de rubio y sus ojos de un gris claro muy misterioso, lo mejor era su sonrisa que parecía no desaparecer nunca de su cara y la hacia lucir fresca, radiante, hermosa.
Me ofreció mas refresco y yo acepte como un autómata, hacia tiempo que había dejado de pensar claramente y en mi mente solo existían imágenes de sexo con esa hermosa mujer, pero como ya he dicho mi pendejismo se acercaba a niveles crónicos y ya hubiera sido incapaz de dar un paso mas, afortunadamente me hallaba con una mujer muy liberal y bastante mas decidida que yo, cuando volvió traía dos cervezas y ...