-
La noche que me quedé en tu casa (Segunda parte)
Fecha: 14/05/2020, Categorías: Gays Autor: buitrepanda, Fuente: CuentoRelatos
Esta es la continuación de la "fantasía" que tuve muchísimas veces, de la vez que me quedé en la casa de ustedes.... Amado Primo…. Después de chuparte todo tu pedazo y dejártelo completamente seco, sin ni una gota de leche, ya que me la tomaba toda, fui haciendo el camino inverso, Luego de tragarme toda tu leche, te pasaba la lengua por todo el "tronco" de tu pedazo, e iba subiendo con mi lengua, hasta llegar a tu ombligo, donde pasaba jugando introduciéndotela en él. Después seguí subiendo pasándote la lengua por tus "ravioles", tu pecho, la tetilla derecha luego la izquierda y me quedaba chupándote esta tetilla, te lamía tu cuello hasta llegar a tu boca, la cual tú me la abrías, para que yo fuera poniendo de a poquito, mi lengua, y darnos unos besos más que apasionados con nuestras masculinas lenguas, duras y fuertes. Mientras nos besábamos con muchísimo amor y deseo, con mi mano izquierda, te acariciaba el pecho, la cintura, tu muslo derecho, tratando de llegar a tu culito, y para eso levantabas un poquito tu cintura, para así poder hacerlo. Luego de jugar un poco con mi dedo mayor sobre tu culito, volvía a tu cintura, y mi mano se dirigía casi en forma autónoma hacia tu pedazo, que en esos momentos estaba un poco "flojo", por lo que lo agarraba en mi mano y empezaba a pajearte, hasta que en un par de segundos, ya estaba duro otra vez. Y nos besábamos y yo te pajeaba y pajeaba, hasta volver a tener ese pene tuyo, bien húmedo otra vez. Entonces yo me salía ...
... de arriba tuyo y me ponía de costado, mirando hacia la pared nuevamente, pero esta vez, tú te acercabas a mí, con toda tu pene bien duro y húmedo y querías ponérmelo adentro de mi culito. Como no entraba, me pusiste un poco de tu saliva en mi culito, y seguiste tratando y tratando, pero como veías que seguía costando un poco que entrara tu enorme pedazo, te levantabas de la cama, ibas a la cocina y traías un poco de manteca en la mano, la cual me embadurnaste todo mi culito, para poder penetrarme. Y entonces, ahí sí.....¡¡ay!! mi amor !!!! Tu pene fue entrando más y más adentro mío. En cada empujón que me dabas para que entrara semejante pedazo, me preguntabas: - “¿Te duele?” - “Sí.. me duele.. aayyy… bastante”. - “¿Querés que pare? ¿Te lo saco?” - "Noo, noo mi amor, seguí, metémelo todo, todo, hasta el fondo hasta sentirte que estás contra mis nalgas". Como verás, los dos estábamos re-calientes, por lo que me diste vuelta la cabeza hacia tu lado y me diste un hermoso beso lleno de amor con esa lengua de hombre, fuerte y dura, agarrabas mi cintura y me apretabas hacia vos, por lo que cada vez sentía más y más cómo iba entrando toda tu pene en mi culito. Hasta que el dolor era tan intenso que me preguntaste otra vez: - ¿Te duele mucho? Mirá que paro. No quiero que sufras" - “ NOOOO...seguí", y ahí empujaste, me metiste todo tu pedazo y yo lancé un gritito de placentero dolor. Y ahí sí, empezaste a moverte, más y más. - “Ponete boca abajo”, me ...