1. Desafío de galaxias (capitulo 47)


    Fecha: 29/09/2017, Categorías: Microrelatos, Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos

    ... federal. Durante la primera semana, el avance de las tropas de Opx fue lento, pero continuo, triplicando el territorio conquistado. Después, los frentes se estancaron con avances insignificantes por ambas partes.
    
    Una vez iniciadas las operaciones terrestres en Sigma Trumzely, comenzó la ofensiva que, desde Dreylhan, se internó en los cuatro sistemas del Grupo Estelar que tenían presencia bulban. Después de efectuar siete desembarcos, y asegurar la totalidad de los sistemas del Grupo Dreylhan, inicio el avance sobre los sistemas de la Confederación Taç Kefal, donde según Inteligencia, había mucha más presencia enemiga, y con más medios.
    
    Siguiendo las instrucciones de Marisol, Pulqueria efectúo incursiones directas contra Kalinao, utilizando los corredores secretos entre los campos de minas. Cuándo las naves bulban intentaban interceptarlos o perseguirlos, caían en las minas, que causaron más perdidas enemigas que los propios ataques. Simultáneamente, Pulqueria atacó las líneas de aprovisionamiento enemigas, obligándoles a mantener a buena parte de la flota en funciones de escolta para proteger los suministros que llegaban desde el Mar Angosto.
    
    El ataque a los sistemas de Taç Kefal, todos con un único planeta con soporte de vida, fue difícil y complicado. El primero en caer fue Pembê Kefal, que fue conquistado después de una semana de duros combates. A continuación, le tocó el turno a Gümüs Kefal, y aquí, las cosas fueron más complicadas. Las tropas federales se ...
    ... arrastraron en un terreno pantanoso y embarrado fruto del clima tropical del planeta. Lluvia continua, vegetación exuberante, millones de molestos insectos, una humedad terrible y un calor insoportable. Como había acordado con Oriyan, las fuerzas kedar, tuvieron una función de tropas de ocupación en Pembê Kefal, y pasaron a ser tropas de combate en Gümüs Kefal.
    
    —¡Mi señor Paco! —exclamó Aunie a modo de saludo, cuándo logro comunicar con el general Esteban que ya había pasado por el corredor y desconectado el portal. Estaba en la intimidad de su camarote del Ares, estacionado, junto a la 3.ª Flota, en las cercanías de las bases del Grupo de Ejércitos 3. Aunie estaba sola, en su tienda de campaña, y como fondo se oía el tamborileo de la lluvia contra la lona—. ¿Ya te habías olvidado de mí?
    
    —¡Qué cachonda eres! —respondió Esteban riendo con ganas—. Sabes perfectamente que eso no es posible.
    
    —Eso es lo que tú dices,—Aunie tenía una actitud evidentemente coqueta¬—. Sé, positivamente, que me engañas con otra.
    
    —¿Pero que dices? —Esteban se puso serio—. ¡Eso no es cierto! Sabes perfectamente que espero con ansia el momento de echarte el guante.
    
    —¡Lo esperaras con ansia, pero sé, de buena tinta, que te vas corriendo cuándo te llama una española! —Aunie seguía coqueteando mientras bromeaba— en lugar de venir a por esto, —se levantó la camiseta enseñando sus perfectos pechos violáceos.
    
    —¡Qué mala eres! —Esteban sonrió.
    
    —¡Si, si, mala!
    
    —¡Claro! ahora voy a tener que ...
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