1. Una experiencia inesperada (Segunda parte)


    Fecha: 19/05/2020, Categorías: Confesiones Autor: jag12399, Fuente: CuentoRelatos

    ... cuarto. Entonces pude distinguir que los objetos en las paredes eran accesorios para la práctica del bondage: Cuerdas, cadenas, látigos, esposas, y además dildos de todos los tamaños y cada accesorio posible para realizar juegos de perversión. Mientras yo fijaba aquellos objetos ella se me acercó por detrás y pegándoseme al cuerpo dijo:
    
    «Quieres jugar conmigo? Te gustan estos juguetitos traviesos?»
    
    En realidad no sabía que contestar pero mi excitación había aumentado de una forma increíble. Esa zorra era una pervertida que por una parte me da morbo y placer y por la otra me empezaba un poco a preocupar. Me empecé a sentir mareado y extrañamente cansado. A pesar de haber tomado abundante vino no era como para sentirme en esas condiciones. Que me estaba pasando?
    
    «Que paso cariño, no te sientes bien? Te he agotado? Tranquilo ahora te dejo descansar y después volvemos a gozar»
    
    Esas fueron las últimas palabras que recordé cuando abrí los ojos. Las luces de la habitación eran suaves y había un ambiente tranquilo. Yo seguía sintiéndome raro, sin fuerzas ni voluntad. Pero la cosa que me alarmo fue la condición y posición en la que me encontraba. Estaba atado de manos y de pies, cara para abajo encima de una mesa estrecha con mi culo expuesto al aire. Entonces grite:
    
    «Que pasa, dónde estoy? Desátenme, hay alguien aquí?»
    
    Liliana se me acerco y agachándose me dio un beso en la boca.
    
    «Tranquilo cariño, tranquilo, relájate, que como prometido, vamos a gozar»
    
    En ...
    ... eso sentí el pinchazo de una inyección y después de algunos minutos mi estado de pasividad aumento. Me sentía sin voluntad, sin fuerzas para reaccionar y en un estado de apatía total. Liliana se acercó nuevamente y pude notar como estaba vestida: Llevaba puesto un traje de piel negra muy ceñido, con la cintura y el busto muy ceñido, las piernas al aire y el seno que parecía iba a explotar tanto era la presión que el traje le infligía, era el típico traje de Mistress o Dominadora sexual. Tenía puesto unos guantes negros de látex que le llegaban hasta los codos. Se me acerco y me dijo:
    
    «Bueno, ahora vamos a empezar un tratamiento para obtener que tu culito virgen, deje de serlo y se acostumbre a recibir placer. Tranquilo, voy a encargarme que no sientas dolor, bueno, no mucho por lo menos»
    
    Yo a pesar de mi estado conteste:
    
    «Que estás haciendo, puta maldita, desátame, quien te dijo que puedes hacer lo que has dicho? Que me has hecho que no tengo fuerzas? Desátame!»
    
    «Calma amorcito, tranquilo, te he dado unos tranquilizantes para que estés relajado y no te pongas nervioso y aceptes todo lo que te vamos a hacer. Por lo tanto no te me agites, no tienes ningún motivo de preocuparte, piensa solo en disfrutar. Bueno, ahora con una crema especial, dilatadora y anestésica, voy a empezar a trabajar el culito, con un dedo, primero, luego dos, después tres y al final, te voy a meter la mano inicialmente abierta pero después con el pugno cerrado. Es la primera fase de un ciclo que ...
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