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Sugar Daddy (Parte 1)
Fecha: 19/05/2020, Categorías: Gays Autor: angelmatsson, Fuente: SexoSinTabues
En ese momento tenía 19 años. Faltaban solo unas semanas para comenzar el año nuevo y había decidido meterme al gimnasio para tener un buen cuerpo para las vacaciones de verano. Siempre fui un chico medianamente atractivo, y solía resaltar entre mis demás compañeros por mis característicos rasgos. Mido aproximadamente 1.67 mts; mi cabello es ligeramente rizado, de un rubio cobrizo que llevo medianamente largo; mis ojos son grises como las nubes en invierno y mi piel es blanca. Pequeñas pecas decoran alrededor de mi nariz lo que me da un atractivo diferente. Si bien no me consideraba feo, nunca fui seguro de mi cuerpo. Eso no me permitía moverme con la libertad con la que muchos hombres se mueven. A pesar de no ser gordo, siempre tuve unos kilos de más que a lo largo del tiempo me fueron estorbando. Fue por eso que tomé la iniciativa de entrar al gym y tonificar mí cuerpo. Luego de un tiempo los esfuerzos comenzaron a notarse y comencé a sentirme mucho mejor conmigo mismo. Mi abdomen estaba más duro y mi culo lucía más firme. Comencé a sentirme atractivo. Empecé a salir más y pronto me hice un grupo de amigos. Cuando llegó el 31 de diciembre, Robert, uno de los integrantes de ese grupo, me invitó a una monumental fiesta que se celebraría esa noche. Acepté sin dudarlo. Me vestí con mi mejor ropa y salí en dirección al lugar. Había mucha gente afuera esperando por entrar, y la fiesta se vivía en cada esquina del recinto. Robert me hizo una seña con la mano y caminé hacia él. ...
... Allí estaba Ignacia, Daniela, Benjamín, Gabriel y Robert. Todos rondábamos los 19-20 años, con la locura a flor de piel. Apenas entramos las chicas comenzaron a gritar y saltar, mientras que los chicos comenzaron a estudiar el lugar buscando mujeres disponibles. Noté que no estaba en mi ambiente y que me iba a tener que quedar en la barra mirando como todos bailaban hasta encontrar a algún chico que quisiera bailar conmigo. Al cabo de un minuto todos mis amigos se perdieron entre la gente. Intenté buscar a Robert pero lo vi bailando de forma candente con una chica y tuve que volver al asiento. Pronto todo se me hizo aburrido. Creí que íbamos a pasar la noche juntos pero ninguno tenía interés de formar alguna conversación entretenida. Me senté en la barra y pedí una coca-cola, y me senté a mirar las parejas bailar. Me quedé observando a un chico que bailaba con su novia de forma bastante enérgica. En cualquier momento tanta fricción entre sus ropas les causaría alguna quemadura de tercer grado. La chica se movía como si fuera una prostituta con epilepsia que hubiese sido recién inyectada con adrenalina. Mientras que el chico llevaba una cara de pervertido que me traumaba. ¿Por qué no simplemente se iban al baño a follar y ya? A los minutos un chico se me acercó. Aparentaba unos 25 años; tenía cabello negro con rizos, piel blanca y ojos azules. Una línea de barba bajaba por sus patillas y cruzaba su mandíbula para cerrarse alrededor de su boca. Era bastante atractivo. Por un ...