Ayudando a Mamá (2)
Fecha: 21/05/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: nokomi, Fuente: RelatosEróticos
... verdulería, cerré la puerta al salir. Los grandes ventanales estaban cubiertos con una gruesa lona verde desde el interior, cumplía la función de mantener lejos los fuertes rayos del sol de la tarde y a su vez impedía que algún curioso mirara hacia adentro.
Me quedé más de tres horas con mis amigos hablando de boludeces, riéndonos y bajándonos unas seis cervezas entre los tres. Cuando ya creí que había otorgado un tiempo prudencial a mi madre decidí volver a mi casa. La encontré preparando una cena ligera a base de vegetales, se me revolvió el estómago porque me vería obligado a comer eso, pero en ese momento poco me importaba la cena. Noté que llevaba otra ropa. Ahora tenía puesta una pollera corta color verde agua y una linda blusa blanca que formaba una cruz con la tela sobre sus tetas. Al verme me sonrió y me saludó con un beso en la mejilla.
- ¿Y… qué pasó? – pregunté muerto de curiosidad. Se mordió el labio inferior mientras sonreía, sabía perfectamente a lo que me refería – contame todo, por favor.
Me prometió que me contaría lo ocurrido después de cenar, y sólo si comía todo lo que había en el plato. Eso era extorción, pero no podía negarme. Tragué todos los vegetales con cierta repugnancia, aunque la verdad no estaban tan mal, creo que era sólo capricho por verme obligado a comerlos. Ya concluida la cena lavé los platos sin que me lo pidiera, no quería que ponga otra excusa como obstáculo.
Nos sentamos sobre el sofá de cuero blanco, que era amplio y muy ...
... cómodo, en el que entraban fácilmente cuatro personas. Quedamos enfrentados, uno en cada punta, ella cruzó una de sus piernas y dejó la otra en el suelo, la corta pollera dejaba ver sus torneados muslos.
- Bueno, ahora sí. Contame – le supliqué. Ella me sonrió.
- Lo que me pasó esta tarde fue increíble, todavía me cuesta asimilarlo. Siento que fue un sueño irreal – esperé con ansias mientras ella ordenaba sus pensamientos – cuando vos te fuiste de la verdulería supe que algo pasaría. Daniel me estaba arrimando como si fuera su primera novia. Obviamente yo no le decía nada, al contrario, paraba la colita para facilitarle la tarea – soltó una risita – para colmo yo no tenía bombacha, así que podía sentir todo perfectamente y me calentó bastante. Te digo que el verdulero se zarpaba cada vez más. Me acariciaba las piernas, pero de forma suave y educada, dentro de todo. En un momento llegó a pasar su mano contra mi chochito, ahí se dio cuenta que yo no traía ropa interior, pudo tocar mi clítoris por arriba de la tela de la calza y como me hice la desentendida, se animó a más. Noté que se movía un poco, estaba luchando por desprenderse el pantalón y sacar el pitulín. Cuando lo sacó me arrimó con fuerza otra vez. Te juro que sentía que me lo estaba metiendo con calza y todo. Para ese momento yo levanté un brazo y le agarré la cabeza, comencé a frotarme como una gata. Él olvidó las sutilezas y me apretó una teta, tampoco tenía corpiño, así que los pezones se me marcaban mucho en ...