1. Karie, ardiente Karie


    Fecha: 22/05/2020, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... Yo solo la dejaba hacer su juego, cosa que a ella le encantaba, pero mi nivel de excitación hacía rato que había tocado su techo y mis ganas de cogerla eran incontrolables.
    
    Después acercó su concha a mi culo y empezó a moverla con sensuales movimientos giratorios (a ella le alucina frotar su concha en mi culo y acabar con esos movimientos tan masculinos). Su respiración era como el sonido de una locomotora, estaba tan excitada con su propio juego que daba placer con solo verla. Ya mi verga parada no daba más, latía tanto que podía sentir mi corazón en la punta de ella, me desabroché el pantalón y salió despedida hacia la superficie. Karie, automáticamente la tomo entre sus manos y poniéndose frente a mí se agachó y empezó a chuparla de una manera que solo ella sabe hacer.
    
    Mientras que con una mano me acariciaba los huevos y llegaba hasta mi culo haciéndome estremecer de placer, con la otra me pajeaba acompañando el ritmo con su boca.
    
    Verla pegada a mi pija me hacía re calentar, pero más aun la sensación que percibía producto de su carnosa y puntiaguda lengua recorriendo la cabeza de mi verga y “tragando” casi totalmente mi duro palo. Luego de un largo rato de lamer mi pedazo me llegó el turno de pasar a la acción. Lentamente le saqué la ropa hasta dejarla en ropa interior, lo cual aparte de hacerla calentar más aun le hice un favor porque el calor era insoportable, dado que estábamos en una casa casi encerrados y en verano. Sus enormes tetas imploraban salir del ...
    ... yugo de su sostén, cosa que gustosamente hice y ambas saltaron como un resorte y fueron a parar a las palmas de mis manos que empezaron a acariciarlas y a amasarlas suavemente.
    
    Sus pezones estaban tan parados que eran un implorante llamado a mi boca que presurosa acudió a ellos para saborearlos. Mi lengua los recorría circularmente y eso le causaba muchísimo placer, luego de pasármelos por mi boca un buen rato y amasar sus tetas comencé a descender con mi lengua hasta llegar al límite entre su piel desnuda y su bombacha.
    
    El afrodisíaco aroma de su concha se hacía sentir y no era para menos. Primero pasé mi boca por su concha aún vestida y su repentino sobresalto me daba el aviso de que estaba esperando ser devorada por mi boca. Ayudado por mis manos y mis dientes le bajé la bombacha, quedando al descubierto esa preciosa concha totalmente mojada. Empecé a lamerle los labios mayores mientras veía su desesperación por que mi lengua rozase su clítoris, pero mi boca y mi lengua se hacían rogar y ese juego de desesperación la hacía excitarse aún más. Luego de unos instantes, como por casualidad, rocé con mi lengua su clítoris, que estaba tan duro como mi verga. Su gemido fue incisivo y sus ojos entrecerrados parecían rogarme que se lo chupara.
    
    Pues sí, comencé a hacerlo lentamente mientras veía que sus piernas empezaban a endurecerse y a doblarse a la vez, tuvo que apoyarse en la pared para no perder el equilibrio, sutil señal de que su primer orgasmo estaba por llegar, pero ...