1. Suegrita linda (2): Viuda lujuriosa


    Fecha: 23/05/2020, Categorías: Sexo Oral Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos

    ... escándalo, solo le queda aguantarse mi locura por venirme dentro de ese tentador hoyo.
    
    Todo debía ser con la precisión de un acto quirúrgico, sacarla de la vagina y apoyarla en el hoyo, sujetarla hasta que pueda entrarle. Sujeté con fuerza y precisión, para cuando intentó desasirse del abrazo forzado ya la cabeza de la verga pugnaba por abrir el esfínter, resiste sacudiéndose, una palmada con fuerza y precisión me dio el tiempo de distracción para entrarle toda la cabeza.
    
    Siente la intrusión, se agita, vuelve a intentar salirse, empujo un poco más adentro. Es tiempo de calmarla para que deje de resistirse.
    
    - Tranquila, no pasa nada, la primera vez duele un poco, menos si te relajas y dejas de pelear.
    
    - Claro como no es tu culo el que están rompiendo… Ayyyy me duele (muy bajito)
    
    - Si no peleamos terminaré pronto, estoy recontra caliente, déjame hacerlo, muero por acabarte dentro.
    
    - Hijo de puta, me estás rompiendo… me estás rompiendo el culo!!!
    
    Asume que no tiene más remedio que ser sodomizada, su negativa a dejarse hace incrementar mi deseo por consumar el acto, sobre todo evitar que se salga de ese estuche tan apretadito que la penetración se siente como delicioso paso a la inmortalidad de los placeres.
    
    Sin dejar de sujetar su rebeldía el metisaca con intensidad y fuerza necesaria para consumar el desvirgue del ano, entrando y dilatando, abriéndome paso en sus entrañas, bombeo con toda la pasión acumulada.
    
    - Ya estoy, ya estoy llegando, siente ...
    ... como me vengo dentro.
    
    - Dale, dale, por favor, no seas hijo de puta, no te demores, acaba, acaba de una buena vez. Me estás rompiendo el cu…
    
    No pudo terminar la frase, cuando el golpe de pija anunció el primer chorro de semen, un segundo empellón sirvió para meterme todo lo adentro que permitía la anatomía, el resto de los chorros se corrieron con levísimo movimiento, siempre dentro, entrado a top.
    
    El bufido propio de la liberación de la energía acumulada marcó el fin de la eyaculación, sus gemidos siguen ahogados contra la mesa, los latidos de la expulsión del semen y los que se suceden luego de una acabada tan brutal se transmiten a su cuerpo.
    
    - Me está doliendo, me duele, pero no te salgas, espera que pierda un poco, sale despacio porfa…
    
    Me retiré despacio, de todos modos cuando salió la cabeza sentí como que estaba descorchando una botella de champan. Los sonidos propios de cuando se bombea tan efusivo se producen acompañando con las burbujas de semen blanquecino que asoman del orifico anal, que va comenzando a cerrarse.
    
    Permaneció tumbada, de bruces sobre la mesa, las piernas abiertas y el culito destilando semen. Con papel de cocina limpie el ano y mi pija, bajé la falda y ayudé a sentarse, lo hizo de lado.
    
    - La puta madre, sos un hijo de puta, me sometiste, ahora me está doliendo el culo, me duele mucho.
    
    Nos sabía cómo hacer para calmar su bronca reprimida, no podía quejarse, solo simular que caminaba con cierta dificultad aduciendo que se había ...