1. UNA LINDA HISTORIA 7


    Fecha: 24/05/2020, Categorías: Incesto Autor: memito, Fuente: SexoSinTabues

    ... desayunar mañana – musita, con fuego en los ojos. Preparo el desayuno de las chicas. No las despierto, pero lo hacen ellas solas cuando huelen a tortitas y café. Me abrazan, mimosas, mientras le doy la vuelta a la última de las tortitas. ― No puedes hacernos estos desayunos a diario, Sergi. Nos engordaras como vacas – se queja Pam. ― Os querré igual. ― Pero tenemos que currar – ríe Maby, devorando una tortita. ― ¿No comes, Sergi? – se preocupa Pam. ― Ya lo he hecho. Me levanté al amanecer. Tomaré un café. ¿Cómo os encontráis esta mañana, chicas? ― Un poco cansada. Siento escozor en el culo – responde la morenita. ― Si, y como un poco embotado – puntualiza Pam. ― Pero fue una pasada. ¿Tenemos que llevarlo hoy también? – Maby engulle con ganas, esta mañana. ― Esta noche y mañana noche, también. Las dos asienten, dispuestas a llegar al final. Sorbo mi café y miró por la ventana, inmerso en mis cosas. ― ¿Qué te pasa, Sergi? ¿Es por lo de Eric? Niego con la cabeza y apuro el café. Las miro alternativamente. Están igualmente bellas, recién levantadas y sin maquillaje. ― No quiero regresar a la granja. Quiero quedarme aquí, con vosotras – suelto de sopetón. Las chicas me miran y se miran ellas. Pam se muerde el labio inferior. Sé lo que me va a decir. ― Y a nosotras nos encantaría, de verdad, pero sabes que es imposible, al menos por ahora. Eres indispensable para papá. ― No quiero ser toda mi vida un granjero – doy un palmetazo sobre la mesa que suena como un disparo. Maby se ...
    ... sobresalta y, enseguida, se echa en mis brazos y se sube en mis rodillas, besándome, calmándome. ― Necesito encontrar un trabajo aquí, en Madrid – insisto. ― Cariño – me coge Maby por la barbilla. – Conozco gente; gente con negocios, con necesidad de gente que sepa hacer cosas como tú. Puedo hablar con algunos, a ver qué pasa. ― Gracias, Maby, te lo agradezco. Cualquier cosa me vendrá bien. No tengo estudios superiores, pero no soy tonto. Puedo realizar cualquier tarea que un obrero haga… β€œY otras que no haría nadie. ” ― Lo sabemos, Sergi – me abraza Pam por detrás. – Eres un mago con las herramientas, pero debes tener paciencia. Hay que hacer las cosas bien. ― Lo sé, lo sé – me miman con sus labios y dejo de pensar en el asunto. ― ¿Sabes lo que vamos a hacer esta tarde? – Maby me coge de las sienes, de repente, mirándome a los ojos. ― No. ― ¿Recuerdas que dijimos que había que quitarle esos cuatro pelos del cuerpo? – esta vez mira a mi hermana. ― ¿Estás hablando de ir al Kappilar? ― ¡Si! ¡Los tres! Un retoque completo para la Navidad, ¿hace? Pam asiente, sonriente. Yo no tengo ni idea de donde me estoy metiendo, pero les digo que también tengo que comprar alguna ropa deportiva. ― ¡Belleza y compras! ¡Genial! – exclaman a dúo. No sé si algunos de ustedes han estado en uno de sus complejos de belleza tan modernos, en los que una mujer entra por la puerta, netamente desmejorada, y sale brutalmente cambiada. Desde el cabello hasta las uñas de los pies, literalmente. El Kappilar ...