UNA LINDA HISTORIA 7
Fecha: 24/05/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: memito, Fuente: SexoSinTabues
... la impresión, pero no deja de mirar de reojo. Tras un tiempo de espera, retira la crema, que se ha degradado un tanto, como jabón, y la mayoría de vello queda en los paños. Después, repasa las áreas con las pinzas, dejándolo todo como la patena. Me pongo en pie, completamente desnudo, y me lleva ante un gran espejo que hay en una de las paredes. Me contemplo entero. Las chicas tienen razón. Es mucho mejor así. También echo un vistazo a las estrías que Michu me ha señalado al examinar mi piel. Estoy perdiendo peso rápidamente. Tengo que controlarme. Me conduce nuevamente fuera y me sienta en uno de lo sillones de la grandiosa peluquería. Pam y Maby están esperando, con la piel luminosa y algo enrojecida del vapor de la sauna, o puede que de algo más. ― Según la estructura del rostro de Sergio, y de su voluminoso cuello, yo me decantaría por un corte de pelo a navaja, por capas, y hacia atrás. Así su frente se despejaría, cuadraría la simetría de su cráneo y volcaríamos sobre la nuca algo más de volumen – explica Michu a las chicas mientras se acercan. ― ¿Cómo una pequeña crin? – pregunta Pam. ― Si, exacto. ― Me gusta – confiesa Maby. Y manos a la obra de nuevo. Michu parece saber de todas las artes cosméticas. Cuando acaba, debo reconocer que Michu tiene buenas manos y buen ojo. Me gusta. Maby y Pam se acercan y también quedan encantadas. Me contemplo en el espejo a placer. Cada vez va quedando menos del niño introvertido y gordo del desván. Estoy haciendo la cena. Hoy toca ...
... espárragos con huevos y atún, con toque de mayonesa. Las chicas aún están mirando lo que han comprado en el Decatlón, después de salir de Kappilar. Pam saca cuanto hay en mi bolsa. Un chándal nuevo, rojo, azul y blanco. Un poco más y voy a parecer el Capitán América. También he comprado unas Reebok para correr. Un par de pantalones cortos para correr cuando haga bueno, calcetas, tres camisetas de tejido en red, para transpirar, y un contador de pasos. Pam ha comprado regalos útiles para la familia. Guantes, gorros, un anorak para Gaby, ropa cómoda y térmica para toda la familia. Siempre ha sido una chica práctica. Maby, por el contrario, mientras comprábamos en la gran tienda deportiva, se despistó y se gastó la mitad del sueldo en Victoria’s Secret. Bueno, es algo que yo disfrutaré. Cuando Maby está a punto de sacar la lencería que ha comprado, las llamo para cenar. No es el momento para eso. Pienso en que hay que continuar el entrenamiento anal esta noche. Aún estoy fregando los platos cuando las chicas tosen a mi espalda, para llamar mi atención. Están desnudas y con los cinturones anales en la mano. Sonríen con picardía, las cachos perras. ― ¡A la cama! – exclamo, salpicándolas con agua. Ellas corren al dormitorio, lanzando grititos. “Vamos, Sergio. Toca trabajar”, me digo. Que no falte nunca ese trabajo. Las chicas están a cuatro patas en la cama, esperando. Ya han lubricado tanto los vibradores como sus culitos. Mojo en la crema lubricante mis dos dedos corazón y las ...