1. UNA LINDA HISTORIA 7


    Fecha: 24/05/2020, Categorías: Incesto Autor: memito, Fuente: SexoSinTabues

    ... y una maldición apagada. Me asomo. Maby trae, con mucho esfuerzo, el gran espejo del vestidor. ― ¿Qué haces? ― Yo también quiero verte, como ha hecho Pam. Quiero vernos follando. ― Trae, loca – le quito el espejo y lo introduzco en la habitación. ― Aquí, ponlo contra esta pared – me indica. – Así, perfecto. ahora, siéntate en el filo de la cama. Eso es. Se sube a horcajadas sobre mí y me echa los brazos al cuello. Me mordisquea una oreja. ― Me encanta como te queda el peinado – me susurra. – Pareces un chulo total… mi chulo… Su entrepierna no para de rozarse contra mi rabo morcillón, humedeciéndole a cada pasada. Empieza a levantar cabeza, buscando el coño transgresor y provocador. ― ¿Qué me dices del depilado? – muerdo la piel de su cuello, levemente, para no dejarle marcas. ― Me excita. Eres suave como un bebé… y tu polla parece aún más grande… Pam se coloca a mi espalda, apoyándose en mis hombros. Pasa su cabeza por encima de uno de ellos, ofreciendo sus labios a su amiga. Las miro besándose a centímetros de mis ojos, escucho como sus alientos se mezclan, como sus salivas salpican. Creo que es lo más erótico del mundo, labios femeninos besándose. Mi polla está preparada de nuevo. Maby la nota golpearle las nalgas. Se gira, dando la cara al espejo, y se empala con toda intención. Se abre el coñito ella misma, tensando con sus dedos los labios mayores. Apoya sus pies en el suelo, para controlar su descenso. Reflejadas en el espejo, nuestras cabezas quedan a la misma altura, ...
    ... pero ella aún no contempla el reflejo. Está demasiado ocupada en tragar centímetros de polla. Lo quiere bien adentro, según ella, para poder observar cuanto entra y sale en su coñito de Barbie. Pam se arrodilla ante ella, entre sus piernas. Me soba los cojones con una mano y apoya la otra en una rodilla. Se inclina y lame el clítoris de Pam, ayudándola a lubricar más, a atenuar el dolor y la presión. ― Suficiente, niña mía. Queda muy poco. Voy a empezar a moverte. Ya irá entrando lo demás con el ritmo – le digo al oído. Ella asiente varias veces, incapaz de hablar. Respira con dificultad. La dejo que se calme, que recupere el control. ― Se ha corrido mientras se la metía, Sergi – me indica Pam, la boca llena de su flujo. – Como si fuera su primera vez… ― Si – sonríe Maby, reclinándose sobre mi pecho. – Me corro cada vez que me la metes… creo que es una reacción de mi coño al ensanchar tanto. ¡Me encanta! ― Putón – le dice mi hermana antes de mordisquearle el clítoris. ― Venga, Sergi, vamos a follar – me dice y me da un beso en la comisura, girando lo que puede la cabeza. Maby tiene razón. Es todo un morbazo mirarnos follar en el espejo. Nuestros ojos están enganchados, recorriendo nuestros cuerpos, atentos a nuestras expresiones, a los pequeños rictus de placer. ― Es como una serpiente en mi coño – susurra al alzarse tanto como para que el glande esté a punto de salirse de su vagina, para, enseguida, dejarse caer y tragarla entera. – ¡Es enorme, gigantesca! ― Es toda tuya – ...
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