1. Cruissing, jóvenes, alcohol, drogas, trío y hasta luego


    Fecha: 24/05/2020, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Fue hace más de 10 años, yo contaba con 16 de edad y salí de una fiesta de los compañeros de la prepa que fue en el centro de Morelia, una ciudad colonial histórica bellíima en su arquitectura y calles. Por aquellos ayeres existía "la vuelta mágica", que eran las calles Nigromante y Madero, por fuera de la Biblioteca y que, hoy en día, ya no vive situaciones como las que les contaré porque las autoridades lograron erradicar esas prácticas de por ahí. Estaba borracho y caliente recordando que en aquella calle había hombres para escoger. En el lugar que les menciono se apostaban todo tipo de hombres, así como algunos trasvestis y algunas chicas trans en raros de repentes también. No muchísimos, pero toda la noche podías ver entre 4 y 7 chicos esperando ligar. Obviamente unos llegaban y otros se iban. Solía ser sólo lugar de contacto. Se miraba uno con otro, ahí, saludaba, hacía muecas o se agarraba el paquete sobre el pantalón. Algunos ligaban desde sus coches pasando por ahí y otros a pie. La noche que les cuento, eran cerca de las 3:00 de la madrugada y al salir yo de la fiesta con mis compañeros de la prepa, estaba deseoso de verga, como buen adolescente que además estaba borracho. Delgadito y varonil, con cabello largo, castaño como mis ojos, blanco y guapo, con el plus que da ser un niño guapo. Esa noche, al acercarme, note la calle muy sola, excepto por un joven que estaba a unos 30 metros de donde yo me detuve. Esperé algunos coches que pasaron pero nada y el chico ...
    ... constantemente volteaba como nervioso de que yo lo viera y, cuando estuve a punto de irme, me contuve porque aquel chico por fin de deshinibió y volvió a lo que seguramente hacía hasta antes de que yo llegara. El joven sacó de sus pants (pantalonera/pantalones deportivos) una verga que ya a la distancia se vería enorme. A mí me mide 16 desde entonces. Fui dando pasos cortos durante un minuto hasta estar a unos 10 pasos suyos. Él estaba recargado en el pilar de una esquina que hace un exconvento con el jardín externo de la excapilla y vi el esplendor de su verga a la que no le quité los ojos de encima desde que empecé aproximarme. Seguramente 19 o 20 cm, morena, venudísima, gruesa, de cabeza grande, brillante, húmeda y morada de lo dura y llena de sangre que estaba. Hasta entonces hice contacto visual. El chico era de 19 años quizá, robusto pero no gordo sino fornido, más bajito que yo, de unos 170 cm de alto, moreno y con el cabello más largo, despeinado, desaliñado de su aspecto con la ropa y calzado muy desgastados, sucios y fuera de su talla. Se veía sucio pero por fortuna lo que le probé no me supo así. La casa de mis padres es muy grande y duermen en el fondo de la casa, así que yo sabía que podía llevarlo a mi cuarto y coger con él ahí rápido y sacarlo. Les repito que yo estaba muy caliente y al verle el camote no podía no comerlo. Noté que ya me estaba ofreciendo su garrrotote grueso y baboso. Me puse a lado y comencé a acariciar discretamente su verga, cuidando si alguien ...
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