La novia se entregó al primo. Le entregó su culito virgen
Fecha: 25/05/2020,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Nazareno Cruz, Fuente: CuentoRelatos
Había pasado un tiempo viviendo en el exterior, ahora nuevamente instalado en el terruño natal, estaba retomando el contacto social y sobre todo familiar. Estaba invitado al casamiento del primo Daniel.
La relación con la prima comienza la noche que asistí al casamiento del primo Daniel, al momento de darle mis augurios de felicidad, conocí a la desposada, Elizara, belleza tan exótica como el nombre.
Esa misma noche luego de las inefables referencias familiares, se estableció entre ambos ese feeling, ese puente de simpatía y complicidad, como si nos conociéramos desde siempre, había “piel” y algo más inexplicable, cruces de miradas insinuantemente prometedoras, tanto que un aparte durante la reunión familiar le dije de lo afortunado que era Daniel por tener esta preciosa mujer.
Es una mujer, de esas que piensan que el tiempo es oro, y mientras bailábamos me hizo sentir sus pechos, y me susurró al oído
– Por qué solo él debe ser afortunado… búscame al regreso del viaje…
Al regreso de los “mieleros” forcé el encuentro, paso, por “causalidad”, Ely fingió sorpresa.
- Y ahora qué sigue? -dijo con su mejor sonrisa.
- Un café?
- Vamos… tú no vienes por eso solo… – guiño cómplice. - Donde quieres ir...
No fue necesario hablar más, estaba todo dicho, me dejó la opción de decidir…
No hubo demoras, salimos, rápido al telo (hotel) más próximo, se agachó cuando estábamos para entrar, se tumbó en el asiento para evitar ser vista, entramos, compartimos un ...
... whisky con hielo.
Dijo saber mucho mí, de la fama de promiscuo que me había hecho la tía René entre las mujeres de la familia, que era un irreverente cogedor, sabían que me gustan todas, de no perdonar ni pelo ni marca. Con todo eso que se decía, le había despertado la curiosidad por saber más de mí, que me suponía que algo debía de haber hecho bien para tener esa fama.
- ¿Quieres saberlo? -Dije con el ego alto como el obelisco.
- ¿A ver? –con risita nerviosa.
El tema la había excitado, saqué del encierro al “amigo” era el momento de mostrar la “mercadería”
- ¿Te agrada?
- ¡Qué aparato!, es bastante más gordo que el de mi marido. Él la tiene más larga pero delgada y para colmo no la usa bien.
Lo agarró en su mano, sin soltarla, le dedicó una mamada furiosa. Debí rescatarla de su caliente boca para no acabar tan pronto, con el obvio disgusto. Gané en la comparación con la del marido.
Comenzamos el juego, explore su conchita con los dedos, recorriendo cada rincón, mientras golosamente mamaba sus tetas, casi con desesperado ímpetu, tanto que me tuve que disculpar por un par de mordidas, la conchita golosa “paleteada” como nunca se lo deben haber hecho, me otorgó elogiosa consideración, la mejor que había tenido en mucho tiempo, dijo en ronco gemido a punto de acabar.
Más relajada, dijo que deseaba poder mamarla un poco más, a él le parece impropio de una esposa, el sexo debe ser dentro de los cánones de la moral cristiana, y ella necesita más acción y ...