CRISTINA 2
Fecha: 27/05/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
Cristina estaba echada en una hamaca en la piscina de su chalé con un bikini azul de Calcedonia y unas gafas de sol Dior Homme. Mariola apareció con un mono corto de color rojo y unas zapatillas de deporte de color blanco. Al verla, a Cristina se le iluminó la cara, y al llegar a su lado le dijo: -Tenía muchas ganas de verte, Mariola. Mariola se sentó en una hamaca al lado de Cristina, y le dijo, sonriendo: -Por tu cara de felicidad deduzco que ya sabes lo que es tener un orgasmo. -¡Sí, es algo maravilloso! -La verdad es que me hubiese encantado ver tu cara cuando llegaste al clímax, pero para ti era muy peligroso. -¿Por qué? -preguntó Cristina, extrañada. -Por qué soy muy golosa y lo prohibido me vuelve loca. -¿Y eso que tiene que ver con mirarar como tenía un orgasmo? -Me gustan las almeijitas, y. -Y a mí el chocolate, pero no le veo la relación. Mariola, mirando para las tetas de Cristina, le dijo: -Si quisiera seducirte la llevaba clara. -Estás equivocada, irías bien, pero irías mejor si no te anduvieras por las ramas. -Pues dejaré de andar por las ramas. Si llego a estar contigo no te ibas a correr con los dedos. Cristina seguía en su mundo. -Si no acabé corriendo, Mariola, acabé espatarrada, espatarrada con el placer que sentí. -Correrse es tener un orgasmo, Cristina. -¿Sí? ¿Y si no es con los dedos con qué tendría el orgasmo? -No tires de mí que te lo digo. Cristina se puso mimosa. -Lo quiero saber, dímelo, por fa. -Vale, te lo diré. Te haría correr con mi lengua. ...
... -¡Lo sabía! Cuando me besaste con lengua me excité tanto que lo tendría. ¡Claro que lo tendría! -Joder, joder, joder. -¿Qué? -Que con tu ingenuidad me estás poniendo como una moto. -Perdona, no quise ofenderte. Mariola bajó la cabeza, sonrió, miró a Cristina, y le dijo: -Tu inocencia te hace única. ¿Qué voy a hacer contigo? -Mis padres no están en casa. Bésame, Mariola, bésame, quiero llegar al orgasmo contigo. -Ya te besaré, y te voy a hacer llegar. -¿Adonde? -Al orgasmo. Cristina le enseñó un brazo. -Mira, tus palabras me pusieron la piel de gallina. Mariola ya se lanzó a la aventura. Se sentó encima de Cristina. Se dieron un beso largo muy largo. Las dos se iban mojando a medida que chupaban y se entrelazaban sus lenguas. Cuando Mariola separó los labios de los de Cristina, y se quitó de encima de ella, Cristina le preguntó: -¿Por qué paras? Para lo que te quiero hacer este no es el sitio adecuado. Podría llegar tu padre. -Por mi padre no te preocupes. Volvería a sacar otra vez el pene y se lo sacudiría, fue lo que hizo cuando me vio masturbándome. -¡¿Te pilló masturbándote?! -Sí, y desde la puerta de mi habitación vio como llegaba al orgasmo -¡Jooooooooder con papaito! ¿Cómo tiene la polla? -¿Qué polla? -La verga, el falo, el pene. -Gorda, gorda y larga. ¿Sabes que deseé cuando se la vi? -Mamársela, chupársela. Comérsela -¡No! -Cristina se quedó pensativa. ¿Comes penes? -Depende del hambre que tenga. -Estás de broma. -Comerla es chuparla hasta que eche la leche. Cristina ...