CRISTINA 2
Fecha: 27/05/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... parecía tan raro. -No hay nada que perdonar. ¿Cómo te sientes después de ver la mamada? -Caliente y mojada, Cristina. ¿Y tú? -Ardiendo y empapada. ¿Quieres que juegue contigo? -No me gusta que jueguen conmigo. -Jugar. ¿Quieres que te lleve al orgasmo? -Lo deseo más que a nada en el mundo. Mariola, con un dedo recorrió la espina dorsal de Cristina, que mirándola le sonreía. La besó en los labios, sin lengua. Se dio la vuelta. Se incorporó. Abrió las piernas de Cristina. Se arrodilló entre ellas. Puso las manos sobre la cama. La besó en el cuello. Después, muy, muy despacito, fue pasando sus grandes tetas por su espalda y pasando su lengua por la espina dorsal hasta llegar a las nalgas, se las abrió y le pasó la lengua por el ano, después se la pasó por la rajita y le arrancó el gemido más sensual que jamás había oído. Le dio la vuelta. Cristina estaba colorada como una grana. Mariola, le preguntó: -¿Te gusta lo que te hago? -¡Me encanta! ¿Quien te aprendió a hacerlo? -Veo mucho porno, cielo, veo mucho porno -Bésame, Mariola. Mariola besó a Cristina en el cuello, mordisqueó los lóbulos de sus orejas. besó sus labios. Acarició, chupó y lamió las tetas de su amiga. Llegó un momento en que no aguantó más. Cogió con las dos manos la pierna derecha de Cristina, la metió entre las suyas y comenzó a frotar su clítoris contra ella. El roce enseguida dio sus frutos. -¡Me voy a correer, Cristina! -Sera bonito ver tu cara cuando te corras. No fue bonito, fue preciosos ver a Mariola con ...
... los ojos cerrados. Convulsionándose. Con su bello rostro descompuesto por el placer y deshaciéndose en gemidos. Cuando Mariola terminó de correrse, besó a Cristina, y con la voz entrecortada, le preguntó? -¿Preparada para darme tu orgasmo? -Más que preparada, preparadísima. -Cierra los ojos y disfruta. Mariola le dio a Cristina otro beso con lengua. Besó uno de sus pezones, besó el otro, sin acariciar ni manar sus tetas, fue bajando. Besó y metió la lengua en su ombligo. Metió la cabeza entre sus piernas. Con las dos manos le cogió las nalgas. Le levantó el culo. Pasó su lengua por el periné. En el ano metió y sacó la punta de la lengua media docena de veces. Saboreando el flujo del chochito, metió y sacó unas cuantas veces la lengua en su cuevita. Llegó al clítoris, que ya estaba erecto y fuera de su capuchón, lo lamió un par de veces, lo chupó y Cristina, agarrando las sábanas de la cama, levantando su pelvis y escupiendo cuatro chorros de flujo vaginal en la cara de Mariola, le dijo: -¡Te quiero, te quiero! Te, te, te,,, ¡¡¡Oooooooooooooooooooooooooooooh!! Cristina se corrió con una fuerza brutal. Parecía que la estaban electrocutando. Sus gemidos pusieron otra vez a cien a Mariola, que le volvió a lamer aquel pequeño chochito como si fuese el manjar más delicioso del mundo. Al acabar Cristina aquella impresionante corrida, y mientras se besaban, oyeron llegar el coche del padre de Cristina. El susto fue gordo. -¡Tu padre! -exclamó Mariola. -¡Y dejaste la ropa en la piscina! ...