1. ISIDORO, MARTA, CAROL Y AURORA


    Fecha: 03/06/2020, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... latía una cosa mala.
    
    Al llegar a nuestra habitación, sin decir palabra, mi esposa empezó a desabotonarme la camisa y Carol me bajó el pantalón y los calzoncillos. Aún mi esposa no acabara de quitarme la camisa y ya Carol, en cuclillas, tenía mi polla en su boca. Mi mujer la miraba, extrañada, ella nunca me la había mamado. Al quitarme la camisa, le dijo Carol.
    
    -Ven y chupa.
    
    Mi esposa se agachó, la metió en la boca, y para ella fue el premio gordo. Me corrí en su boca. Se apartó escupiendo la leche y poniendo cara de asco. Quien no le hizo ascos fue Carol, que la volvió a meter en la boca y se tragó la leche del final de mi corrida.
    
    Acabé de quitar el pantalón. Quité los zapatos y los calcetines. Carol le quitó la blusa y el sujetador a mi esposa, y me dijo:
    
    -Una teta para ti y otra para mí.
    
    Hice lo mismo que hacía ella. Si ella lamía, yo lamía, si ella chupaba el pezón, yo chupaba el pezón, si ella magreaba, yo magreaba, si ella besaba a mi esposa yo la besaba y si me besaba a mí la besaba a ella... Se quitó la camiseta. Quedaron al aire sus tremendas teta, y me dijo:
    
    -Una para ella y otra para ti.
    
    Yo ya sabía como mamar con propiedad y por lo que vi, mi esposa, también. Cuando Carol estaba caliente, se le escapó un gemido, y dijo:
    
    -Vamos al lío. Quita la falda y las bragas y échate en la cama, Marta.
    
    Carol era la que llevaba la batuta. Había que dejar que dirigiera la orquesta. Mi esposa se desnudó y ella hizo otro tanto. En la cana, Carol,se ...
    ... arrodilló a los pies de mi esposa, cogió un pie, y me dijo:
    
    -Ven y haz lo que haga yo.
    
    Chupamos el dedo gordo como si fuese una polla, después fuimos chupando dedo por dedo. Lamimos entre los dedos. Besamos los pies. Masajeamos con las dos manos la parte superior y las plantas de los pies. Mi esposa comenzó a gemir. Volvimos a chupas los dedos gordos. Lamimos las plantas de los pies. Chupamos y lamimos los talones...
    
    Mi esposa abrió las piernas y se empezó a pajear. Al rato, Carol, le cogió los dos pies, los juntó, y me dijo:
    
    -Mete la polla entre los pies.
    
    La metí y mi esposa me pajeó con ellos mientras se pajeaba ella.
    
    Nuestros gemidos avisaron a Carol que nos íbamos a correr.
    
    -Parar, parar, que cuanto más se aguanta más gusta.
    
    Mi esposa, nos dijo:
    
    -Besarme lo dos.
    
    Las tres lenguas se encontraron y nos las comimos. Luego me dijo Carol:
    
    -¿Sabes comer un culo?
    
    -No soy marica.
    
    -No hace falta ser marica para comer un culo.
    
    -Sí tú lo dices...
    
    Carol, le dijo a mi esposa:
    
    -Échate boca arriba en la cama con las piernas abiertas, prima.
    
    Marta hizó lo que le dijo. Carol, le abrió las nalgas, y le pasó la lengua por el periné y el ojete. Yo no era, ni soy marica, pero al ver como lamía Carol y como gemía mi esposa, la polla se me volvió a poner tiesa como un palo. Carol, a cuatro patas, lamiendo y follando con su lengua el culo de mi esposa, me preguntó:
    
    -¿Has visto como se hace?
    
    -Sí.
    
    -Pues házmelo a mí.
    
    Le comí el culo del ...
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