Las ayudas de mi suegra
Fecha: 04/06/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... cama.
La mañana siguiente me desperté con un fuerte dolor de cabeza, resultado de mi ebriedad de la noche anterior. Me levanté, me duché y salí a desayunar, cuando llegué al desayunador mi suegra estaba sirviéndome ya el desayuno, la saludé con un " Muy buenos días doña Ana.
Debía cambiar mi actitud hacía mi suegra, la noche anterior ella me había demostrado que a pesar de su seriedad conmigo, yo también le preocupaba. - Buenos días Roberto, sabe Maribel (mi esposa), está un poquito mejor. - Me alegra mucho que sea así, voy a ir a verla y me fui al cuarto de mi esposa, antes de desayunar. Yo había sacado un permiso en mi trabajo para permanecer más cerca de mi mujer.
Las relaciones con mi suegra iban en mejora ya platicábamos más, aunque solamente fuera de la salud de mi esposa. Mi esposa dentro de su convalecencia estaba muy contenta de que mi suegra y yo nos llevásemos mejor. En una ocasión pensado que de qué forma podría agradecer a mi suegra todos los cuidados que tenía para con mi esposa y conmigo, decidí darle una sorpresa invitándola a salir al cine.
Le dije: - Oiga doña Ana, sabe me siento muy agradecido con usted por todas sus atenciones con mi esposa y conmigo, así que me gustaría invitarla a comer o al cine lo que usted guste, señora. Esto se lo dije en presencia de mi esposa para que esta se alegrará de ver cómo habían mejorado nuestras relaciones. - Muchas gracias Roberto se lo agradezco mucho, pero la verdad no creo poder recuerde que estoy aquí ...
... para cuidar a mi hija, y no me gustaría dejarla sola.
Entonces interviniendo mi mujer dijo: - Mamá, no te preocupes por mí, sabes me alegraría mucho que salieras a distraerte un rato, siempre estas aquí cuidándome y no me preocuparía porque sé que estarías en buenas manos en compañía de mi esposo, además para que no te preocupes por mí, pueden salir en la noche después de que yo me haya dormido, anda mama acepta. Mi suegra poniendo cara de duda y comprensión me habló: - Esta bien Roberto, acepto, que sea esta noche.
Esa noche después de que mi mujer se durmió mi suegra fue a su habitación para cambiarse de ropa y salir a comer conmigo. Yo la esperaba en la sala de la casa, informalmente me había puesto un jeans ajustado y una sudadera. Estaba esperándola cuando de su habitación salió vestida fenomenalmente, traía puesto muy vestido negro un poco ajustado que demarcaba su hermoso cuerpo, con un escote recatado y poco pronunciado, que demarcaba unos senos grandes y redondos bajo él, sus caderas pronunciadas y un trasero envidiable por cualquier jovencita de mucho menos edad.
Yo me quedé mirándola hipnotizado, no podía creer que mi suegra estuviera tan deliciosa como se veía esa noche. - Se ve muy hermosa doña Ana. - No sea mentiroso Roberto, pero gracias de todos modos por tratar de hacerme sentir bien. Salimos a cenar, fuimos a un buen restaurante, comimos, y durante todo el tiempo el único tema de conversación fue mi esposa y su enfermedad.
Cuando finalizamos de ...