Helena y una escapada nocturna al jacuzzi - Relatos Eróticos

Helena y una escapada nocturna al jacuzzi

... cuando entró allí, pude ver dos sombras en la oscuridad del lugar y casi enseguida supe que eran los dos cubanos negros.Uno de ellos se puso de pie y pude ver que no llevaba bañador; la verga negra relucía en la oscuridad, algo verdaderamente gigante. El otro hombre parecía también estar desnudo y pude oír que ambos le decían a Helena que no se preocupara, estaban desnudos porque así se sentía mucho mejor el efecto de las burbujas del jacuzzi, que se animara y se metiera desnuda con ellos. Por supuesto, mi amiga fue convencida en apenas segundos; su esbelto cuerpo desnudo pronto se deslizó entre los dos hombres.Estuvieron hablando durante al menos una hora; pude escuchar que invitaban a Helena a pasar un rato en la habitación con ellos. Estaba segura de que ella aceptaría la invitación, así que permanecí escondida esperando ese momento.Finalmente los tres salieron del jacuzzi, se calzaron los trajes de baño y se dirigieron a las habitaciones de servicio. Los seguí sin que me vieran y pude ver el hermoso culo de mi amiga entrando a una habitación detrás de los dos hombres negros.Por suerte, la habitación daba a la planta baja detrás de uno de los jardines y entonces, aprovechando que la zona estaba oscura, me asomé a una ventana desde donde podía observar el interior, sin ser yo vista por ellos.Helena estaba sentada en la cama de uno de ellos, tomando una copa. Podía oir que conversaban de cosas triviales hasta que empezaron a hablar de sexo y cuando menos se lo esperaba ...

... Helena, Marcos se lanzó sobre ella y le comió la boca con un beso muy profundo.En un par de segundos le arrancaron su breve tanga y ellos hicieron lo propio, dejando sus enormes vergas libres. Esta vez no estaban fláccidas sino duras como barras metálicas. Me preocupé un poco por mi amiga, ya que esas vergas negras eran realmente demasiado grandes.Pedro tomó la cabeza de Helena entre sus manos y la acercó a su dura verga. Ella abrió sus labios y la introdujo en su boca casi hasta la mitad, costándole un buen esfuerzo. Mi amiga lamió y chupó esa verga con gusto, hasta que le tocó el turno a Marcos. Entonces ella realmente se dio cuenta de que apenas podía meterla en su boca."Desde el primer momento supimos que eras una verdadera puta". Dijo Pedro.Ella trató nuevamente de introducir en su boca la serpiente negra de Marcos, pero no pudo. En cambio, siguió succionándola como si fuera un helado.De repente Pedro tomó de la mano a Helena y la hizo poner de pie, dejando de comer esa verga enorme de Marcos. La empujó hacia un sofá cercano, donde ella aterrizó sobre sus manos y rodillas. Allí quedó respirando pesadamente, mientras ambos hombres se acercaban a ella acariciándose sus erectas vergas."Esto te va encantar, puta barata." Dijo sonriendo Pedro, mientras se ubicaba entre las piernas abiertas de Helena, disponiéndose a penetrarla al estilo perrito.Ella empezó a sentir el gigantesco pito negro inundándola, ya que enseguida comenzó a gemir y retorcerse bajo el peso de Pedro, que se ...