Helena y una escapada nocturna al jacuzzi - Relatos Eróticos

Helena y una escapada nocturna al jacuzzi

... adentro, dilatando su esfínter anal, antes de que Helena finalizara sus ruegos.Esta vez gritó a todo pulmón, sintiendo como esa serpiente gruesa la traspasaba, destruyendo su hasta ahora estrecho ano. Helena estaba siendo dominada por aquel hombre que le rompía el culo de manera brutal, casi salvaje, embistiendo cada vez con más ganas y pasión, sonriendo al ver a mi amiga en agonía de dolor.Helena ya gritaba sin ningún tipo de control, metiéndose sus propios dedos en la abierta vagina, mientras el negro la sodomizaba como si fuera una perra en celo.Al fin Helena aulló de placer, indicando que su orgasmo había sido el mejor de la noche. En ese momento Pedro les propuso hacer una doble penetración. A esa altura mi amiga parecía estar dispuesta a todo y naturalmente no iba a negarse a que la encularan entre ambos.Marcos aceptó que su verga era demasiado grande y entonces se salió del culo de Helena, acostándose de espaldas en la cama. Helena lo cabalgó, metiéndose la verga erecta con facilidad en su ahora mojada y bien dilatada vagina.Pedro enseguida subió detrás de ella, entrando con mucha facilidad en el culo de mi amiga.Cuando los tres comenzaron a moverse al unísono, en esa danza de placer desenfrenada, decidí que ya había visto y disfrutado lo suficiente; así que me retiré a nuestra habitación.Me quité la tanga empapada, disfruté de una ducha fría y me metí en la cama a ver una película de trasnoche.Una hora después regresó Helena. Su cara estaba muy relajada, pero noté que caminaba con un poco de dificultad. Evidentemente la doble cogida había sido algo infernal.Me saludó con expresión cansada y se dirigió directo a la ducha; aunque antes me recomendó sonriendo:“Amiga, tendrías que hacerte una escapada nocturna al jacuzzi…”.