1. GEMELAS


    Fecha: 09/06/2020, Categorías: Incesto Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues

    ... mi mente tuviera poder sobre ella la mano de mi dulce hermana fue subiendo lentamente, colándose bajo el top para dedicarse a acariciar mis pechos, la dejé hacer, me encantaba y fue como si yo misma lo estuviese haciendo, apretando con delicadeza mis pezones, no podía creerlo… Ella me apretaba más y más, sus tetas me quemaban en la espalda, y su mano hacía maravillas en mis pechos, estaba perdida, mojada, inundada, sin decir palabra tomé su mano con la mía y la deslicé hacia abajo, lentamente, para colarla bajo mi tanga, en mis bellos púbicos, ahí la dejé, Roxana fue más abajo, acariciando rítmicamente mi clítoris entre sus dedos, me sentía acabar, me iba a acabar… Giré de repente, no era el momento, no todavía, levanté su remerita para apoyar mis grandes tetas contra sus grandes tetas, las tetas de mi hermana, era un espejo, un espejo al que daba y del que recibía placer, mi boca buscó su boca, nos besamos, nos fundimos en una, nos revolcamos, y gemimos, sus besos sabieron hermosos, a pecado, a locura, dejé sus labios y fui a lamer sus pezones, a llenarlos de saliva, luego fue su turno, y volvieron los besos, nuestras manos recorriendo nuestros cuerpos, acaso quien hubiera podido entenderme mejor que ella? Los minutos pasaron lentamente mientras la temperatura se elevaba en el cuarto, lejos habían quedado los miedos, Roxana me susurro al oído mientras besaba su cuello - Hermana… quisiera lamerte la conchita… Me estremecí, una vez más nuestras ideas parecían estar ...
    ... conectadas… saqué con premura mi bombacha y me aseguré que ella hiciera lo mismo, no quería recibir sin dar, por lo que me acomodé de costado en un perfecto sesenta y nueve, bajo los quejidos de la pobre cama que soportaba ambos cuerpos, le ofrecí mi sexo desnudo mientras abrí sus piernas para comer el suyo, estaba tan mojada como yo y la excitación de lamerle la concha a mi hermana me enloquecía, su sabor áspero inundó mi boca, su clítoris estaba enorme y fácil de comer entre mis labios, su conchita regordeta se abría ante mis lengüetazos y no quería soltarla… Pero era difícil, porque ella me chupaba la mía al mismo tiempo y me hacía perder concentración, no podía estar en ambos lados al mismo tiempo, sus manos se mostraron hábiles acariciando mis piernas y glúteos y sus dedos se perdieron en lo profundo de mi concha para luego rasgarme rítmicamente sin despegar sus labios de mi clítoris… Ella pudo más, me entregué a su lamida, apenas me estiré un poco más, tomé una de mis tetas y solo acaricié su clítoris con mi pezón, una y otra vez, no lo podía creer, pero estallé en un interminable orgasmo en la boca de mi hermana, como nunca había acabado, por suerte los ruidos de la fuerte lluvia aplacaron mis gemidos… Volvió a mí y nos fundimos en un beso placentero, se notó satisfecha, con su objetivo cumplido entonces volvió a pedir - Sabes que quiero? Que me chupes el culito… Roxana se acomodó en cuatro patas casi sin dejarme lugar sobre el colchón, arqueó su espalda sobre y sus ancas ...