1. MASTURBANDO AL PERRO POR PRIMERA VEZ Y CUANDO CASI ME ENSARTA 2/4


    Fecha: 11/06/2020, Categorías: Zoofilia Autor: Chico26zoo, Fuente: SexoSinTabues

    ... tenía como 6 o 7 años, porque ya había dejado la zoofilia real mas no la virtual, y luego empecé a ver zoofilia de perros anudados con hombres y deseaba tener esa experiencia. Primero comencé a mastúrbalo y un día en plena faena y en la parte trasera de la casa casi me descubre un familiar que a deshora había llegado a casa, afortunadamente no pasó más allá de un buen susto y me aleje un poco de esos deseos, pero siempre volvía esa fantasía y había días en que el culito se me mojaba de deseo. Un día finalmente me decidí. Esa mañana tendría total privacidad desde temprano hasta medio día, era el sábado 16 de septiembre de 2017, yo con 26 años me decidí a darle el culo al perro, el momento había llegado, estaba muy nervioso el corazón me latía rápido la respiración se me entrecortaba de los nervios y excitación, desayune rápidamente, hice todo lo necesario esas primeras hora de la mañana, y luego busque acomodar la escena para mi encuentro con mi macho perruno. Busque líquidos de limpieza del piso y aromatizantes, además de unas mantas para el piso y algunas toallas para secarme y crema para lubricar el ano, aguarde unos 20 minutos entre nervios y deseo en espera de que nadie fuese a regresar de imprevisto, entonces me decidí, busqué al perro en el garaje lo subí a casa con el culo ya lubricado, al llegar a la habitación cerré puertas y ventanas puse el celular sobre una mesa, y muy nervioso me desvestí, -el perro pensaría que lo iba a masturbar pero lo que le esperaba era ...
    ... mucho mejor… - me ubiqué en el piso en cuatro patas y el perro olisqueándome comenzó a lamerme el ano, aunque se sentía bien no me gustaba la idea de un perro lamiéndome ( contrario a mi adolescencia las babas de perro ya no me causaban gracia ), entonces pensé que era hora de la acción. Las piernas me temblaban, respiraba rápidamente y sentía darme vueltas el mundo, puse al perro en mi espalda apunte su pene a mi ano y … nada aun, esperaba no haberlo acostumbrado a masturbarlo como al perro anterior, entonces pensé en hacerlo de misionero me puse de espaldas sobre el piso abrí las piernas, lo traje a mí y elevé la pelvis de modo que la entrada de mi ano lubricado le quedase fácil ubiqué nuevamente su pene, al principio me dio unos puntazos un poco dolorosos en el borde del ano y en otro intento esa vez sí me ensarta con otro poco de dolor al meter la punta liquida y afilada, sus instintos al meterla hicieron efecto y comenzó a bombear riquísimo, ese pene punzante, flaco y baboso que botaba líquido se sentía como una máquina de coser de pene perruno, el placer era exquisito sentir su miembro como tomaba mayor firmeza en mí y la humedad que me daba a guardar, en ese momento el perro rasguñaba mi abdomen intentando tomar agarre para clavármela más profundamente (debí haber usado camisa, los rasguños eran superficiales) pero luego de unos treinta segundos de gloria se queda quieto, yo quería que me bombeara más pero él no había culeado nunca; era virgen también, en eso siento cómo ...