Natalia, la amiga de mi hija
Fecha: 14/06/2020,
Categorías:
Confesiones
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Hola, me llamo José tengo 38 años, soy un hombre dicen que atractivo, de 1,86 delgado, moreno, ojos verdes y varonil. Mi vida cambió mucho hace dos años, cuando mi mujer por una enfermedad de esas que dicen raras me dejó solo. Tengo un trabajo bien renumerado, no me puedo quejar. Vivo en Barcelona y tenemos un pequeño chalet en la costa Brava al cual vamos mi hija y yo, muy a menudo. La historia que quiero contar, me tiene consternado y, no sabía cómo explicarlo hasta que encontré esta página de relatos. Se trata de Natalia, la amiga de mi hija. Para ello describiré como es la chica en cuestión. Natalia tiene 15 años, mide 1,60 más o menos. Es morena, pelo largo liso, ojos rasgados azules turquesa y unas curvas de escandalo. Parece mayor por su cuerpo, tiene segun mi hija, 95-58-90 de medidas. Una chica increible, pero lo más llamativo de ella es su extrordinaria belleza. Es guapísima. Bueno, el caso es que todos los días viene a casa, para hacer los deberes con mi hija. Desde el primer día que entró por la puerta de casa me sorprendió lo guapa que era. Me llamó la atención. Además se trata de una chiquilla, coqueta, atrevida, sensual, alegre, inteligente a la vez que elegante. Debo confesar que desde que Natalia viene por las tardes mi vida se ha transformado. Hago más deporte, me cuido más. Os contaré como ella fue provocandome, hasta conseguir de mi lo que deseaba. Natalia siempre viene con modelitos que te quitan el hipo...cuando no viene con un pantalón corto super ...
... ajustado de cuero, viene con un mini vestido, o con una minifalda de colegiala o con el uniforme del instituto como el de mi hija. Yo estoy siempre a esas horas trabajando en mi despacho, no muy alejado de la habitación de mi hija. En una ocasión salí para coger unos libros de la biblioteca particular que tengo. Al pasar por el cuarto de mi hija comprobé que tenían la puerta entreabierta, estaban charlando de mi...no pude evitar acercarme y escuchar. Natalia le decía a mi hija que yo estaba muy bueno y que tenía que satisfacerme.
-lleva mucho tiempo sin una mujer, y tú vives con él, ¿qué hay de malo en ello?
Natalia estaba diciendo a mi hija que esta me satisfaciera de alguna manera. No me lo podía creer.
-sabes, si no lo haces tú, al menos déjame que lo haga yo.
Eso hizo que tuviese una erección, la chica en cuestión se estaba ofreciendo, pidiendo permiso a mi propia hija para seducirme. Me alejé de la puerta y recogí el libro, sin embargo estuve cuatro días dando vueltas al tema. Cuando mi hija me hagblaba pensaba que me iba a decir algo sobre el tema. Pero nada. Asi hasta que un día Natalia llegó espectacularmente atrevida a mi despacho. Entró con su uniforme, con una piruleta en la boca y pidiendome un libro. Le dije que estaba en la segunda estanteria, y la chica ni corta ni perezosa se subió a una silla y estirando su mano cogió el libro. Pude ver con asombro que no llevaba bragas. La niña se giró y me miró sonriendo mientras saboreaba la piruleta.
-es que no ...