1. Por ahí Abajo - Parte 1


    Fecha: 17/06/2020, Categorías: Incesto Autor: Leonanky, Fuente: SexoSinTabues

    ... la sentimos los adultos. Pero en otras cosas. —¿Cómo qué? —Bueno bueno. Ya, vamos a lavarte y te cambias esa ropa. En eso me levanto para irme y ella viene y me abraza. —Te quiero papi. —También te quiero Paulina. En ese abrazo ella siente mi paquete en su pecho. —Papi, que eso tan duro. —Es mi pene. —¿Eso es un pene. Tan grande? —Si Pau. Así como tu tiene una vulva porque ere niña, yo tengo un pene porque soy hombre. Bueno vaya a bañarse. Ella lo agarra. Ja!. Niña curiosa. —Papi está duro. ¿Porqué? —Ya Paulina, anda a bañarte. —Dime!. Quiero saber! Le explico y ella entiende. —Eso es lo que pasa cuando un hombre ve a una mujer desnuda. —Entiendo. Ya no soportaba más, así que me fui al baño de mi habitación, a hacerme senda de paja porque no aguantaba más. Luego de eso, me fui a acostar a descansar, como a la hora me despierto, y siento un pequeño Calorcito. Es Paulina que está a mi lado, lleva su blusita azul con su faldita fucsia. Por alguna razón, no sé porqué. Me entró un morbo horrible, al saber que Paulina no llevaba su bragita. A pesar de ser mi hija y de estar acostumbrado a verla desnuda (soy su padre, la conozco), aún así no pude evitar sentirme cachondo. Tiene 9 años esta niña y aún así conserva un cuerpecito como el de su madre, ya que para su edad ya tiene su culito paradito y redondo. Y una cintura no tan pronunciada, pero sí evidente. Decidí acomodarme de manera que Pueda acariciar a mi hija. Acariando su bella carita, luego cada parte de su cuerpo. Ella ...
    ... dormía. Acariciando sus casi visibles pezones, lentamente bajando hasta su cosita, cuidadosamente para no despertarla, le alzo la faldita hasta el pecho y puede deslumbrarme ante ese bello regalo de Dios. Esa rajita que hasta hace rato había estado mojada. Quizás es hora de enseñarle un poco a mi hija como quitarse de encima esa sensación. Paso mi dedo índice, de arriba a abajo, cosa que le hace soltar pequeños gemidos. Una y otra vez lo hago, hasta que percibo que ya se está mojando otra vez. Paso mi dedo para oler su pre-cachondes, dicho sea de paso pruebo ese dulce sabor virginal. Humedezco mi dedo y empiezo a estimular su pequeño clítoris y su rajita, ella empieza a contornearse al sentir eso. Utizo mi pequeño dedo (meñique), lo mojo con saliba, suave y lentamente lo introduzco en su hoyito, ella empieza a hadear y gemir. Al sentir donde está su virgo me detengo. Me limito a romperlo, por lo que sólo meto y saco mi dedo sin romper dicho virgo. Ella empieza a tener una respiración agitada, y a gemir cada vez. Entra y sale mi dedo, entra y sale, viendo como ese dulce coñito aprieta mi dedo inconscientemente pidiendo más. Saco mi dedo y vuelvo a chuparmelo para pobrar la humedad de mi hija. Me acomodo de tal manera que pueda jugar un rato con su cosita, le abro sus piernitas, y abro esos pequeños labios vaginales, y empiezo a chupar su vaginita. Paulina gime una y otra vez haciendo querer que me la folle, pero me aguanto. Primero ella debe disfrutarlo, sino eso sería egoísmo de mi ...