1. Noche de bodas muy deseada (segunda parte)


    Fecha: 22/06/2020, Categorías: Transexuales Autor: Dita Delapluma, Fuente: CuentoRelatos

    ... de bajar los pantalones, le besé en las nalgas, aún cubiertas por la tela. Oli rió con timidez y nerviosismo al notar mi beso en su culito. Le descalcé y le saqué los pantalones… y aproveché para besarle las corvas, detrás de las rodillas. Cuando notó allí mi lengua se estremeció y rio por lo bajo, pero cuando volví a su cintura y mi lengua traviesa acarició las zonas finales de su columna, Oli botó sobre la cama y estuvo a punto de ponerse de pie, ¡qué sensible era allí… y yo sin saberlo! Sin darle tiempo me senté de nuevo sobre él, pero esta vez sobre su espalda, mirando hacia su trasero, para inmovilizarle, y empecé a besar las últimas vértebras, bajando sin piedad… Oli se estremecía con tanta fuerza que casi me levantaba, tiraba de la camisa que le aprisionaba las manos y jadeaba como un animal… cada centímetro que bajaba, las convulsiones eran mayores, y cuando llegué al final, justo al hueco de los riñones…
    
    -¡Mmmmmaaaahhh…! Ooh… ooh… mmmmmmh…. – Oli gimió talmente como si acabara de correrse, pero sólo había sido un placer extraordinario… y qué placer, se había puesto tenso por completo como una goma elástica y se había relajado tan pronto como yo retiré mi lengua… Intentó hablar, pero tuvo que hacer el intento dos veces, hasta que a la tercera le salieron palabras y no gemiditos – I…Irina… no… no sé lo que has hecho… y me ha gustado mucho… pero no vuelvas a hacerlo, o no creo que pueda resistir… - Apenas había terminado de hablar, mi lengua estaba ya de nuevo en ...
    ... aquél otro "punto mágico" que acabábamos de descubrir - ¡AAAAAAaaaah…! haaah… mmmmmh… - ¡Era maravilloso! ¡Le hacía subir a la luna y ponerle de nuevo normal sólo con una pequeña presión de mi lengua! – Irinaaaa… no seas tan mala…
    
    -Vamos, no me digas que no te gusta… - dije, cariñosa, mientras acariciaba sus nalgas, aún con los calzoncillos azules.
    
    -Claro que me gusta… eso es lo malo, que me gusta mucho… te-tengo miedo de terminar y… la verdad, para nuestra primera vez casados, me gustaría… me gustaría que fuese dentro de ti…
    
    -A mí también me gustaría, cariño… - Oli suspiró, aliviado, pensando que me había convencido. – Pero es que no siempre se consigue lo que se quiere. – Y bajé de golpe, besé con fuerza aquél punto y lo lamí mientras lo acariciaba con mis labios.
    
    -¡UAAAAAAaaaah, tramposaaaaa….! – Oli temblaba como si tuviera fiebres; de golpe le bajé los calzoncillos y le apreté las nalgas con las manos, frotándoselas una con otra, dándole azotitos mientras no dejaba de lamer… - ¡Bastaaaaah… basta, he dichooooh…! ¡MMMMH…! Aaah… haaa… para… para, te lo suplicoOOOh… Mmmh… – mientras con una mano me dedicaba a sus nalgas, con la otra acaricié la raya de la columna, arriba y abajo, mientras no dejaba de lamer… lo mejor, era que Oli estaba gozando y a la vez sufriendo, porque aquél punto de su cuerpo lo volvía loco, ¡pero no era suficiente para hacer que se corriera! Era como mantenerle constantemente en los segundos anteriores al orgasmo, ni en mis sueños más salvajes ...
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