1. EL SECUESTRO DE CAROLINA II


    Fecha: 03/10/2017, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... ellos. Muy bien, otro 10 para Carolina, aunque te faltó hablar del himen, eh. Pues ahora, tras ver que sabes lo que las tías tenéis, me vas a describir muy bien cómo tienes todo eso de lo que has hablado, porque imagino que te lo habrás mirado más de una vez, ¿no? -Sí - contestó en voz baja, claro que se lo había mirado. Recordó cómo de más pequeña se tocaba los "botoncitos mamarios", como le gustaba llamarlos la pediatra; también le hacía gracia ver cómo salía el pis, hasta que supo que era por un sitio distinto que el "otro" orificio. Hacía poco que, con la ayuda de un espejo, se miró toda esa zona. Miró su vulva y se abrió un poco los labios pero no vio demasiado, sólo que esa carne era de un color rojo o rosa fuerte. Ahora echaba de menos esos momentos. - Yo…. , me está saliendo pelo ahí abajo…. no mucho, pero sí tengo. Los labios mayores son gruesos y… tapan a los otros, que están escondidos. El clítoris me lo he tocado… pero no sale, sólo noto que esa parte está un poco más dura. - Mmmmmmm, ¡qué rica! ¿Te han salido pelos en más sitios, niña? - En… en … los sobacos - recordó. - Pero ahora veo que tienes tus sobaquitos sin un pelo. ¿Cómo te los has quitado? - Mi madre me enseñó a quitarlos con una maquinilla…. o con cera. Pero abajo no me los he quitado porque son pocos y no se ven - y se echo a llorar con más fuerza. - Hablar de todo eso la avergonzaba terriblemente pero, además, al recordar a su madre, toda su tristeza aumentaba: quería estar con ella, en la ...
    ... seguridad de sus brazos. Como si hubiera adivinado sus pensamientos, el hombre ironizó: - ¿Te gustaría tener a mamá al lado? ¿Chuparle las tetas para sentir su calor? ¿O quizá te gustaría chuparle el chocho para saber como sabe? Te gustaría eso, ¿verdad, zorra? Y, ahora, …. quítate el pantalón. Carolina obedeció. Levantando el cuerpo, se quitó el pantalón del chándal y lo dejó caer en el suelo. En cuanto lo hizo, se cubrió con las manos sus doloridos pechitos, y se cruzó de piernas. J. la miró lujuriosamente: unas bragas parecidas a las que había en la mochila cubrían su sexo. Se fijó en que parecían mojadas, y seguro que no era por ninguna excitación. "Esa puta se ha meado de miedo" - pensó. - Vaya, vaya…. , eres como una niña pequeña; te has hecho pis encima, jajajaa. Carolina no se había dado cuenta de cuándo había sucedido eso, pero ahora sí notaba su entrepierna algo mojada. Ya no había nada que la pudiera humillar y avergonzar más. - Estira las piernas y quítate las manos de las tetas, guarra meona asquerosa. Carolina obedeció y se quedó quieta, llorando, mientras J. se situaba a su lado, sentándose al borde de la cama. - Levanta el culo. La niña lo hizo y J. empezó a bajarle lentamente las bragas blancas. Se deleitó viendo como aparecían, poco a poco, los pelos que cubrían su monte, hasta quedar totalmente expuesto ante su vista. Acabó de quitárselas y las olió. Olían a pis, a sudor, a miedo; nada que ver con las inmaculadas bragas de la mochila. J. las aspiró y, luego, las ...
«12...5678»