1. Mariel, mi madrastra puta


    Fecha: 25/06/2020, Categorías: Incesto Autor: Carlos Zeta, Fuente: CuentoRelatos

    ... giré a mirarla. Tenía uno de esos shorts diminutos que dejaban las piernas completamente desnudas, y una blusa escotada. Estaba levemente inclinada. Me miraba seria, y preocupada, pero al mismo tiempo me exponía sus tetas, y hasta podía ver el corpiño. ¿Cómo me iba a caer bien una puta buscona como ella?
    
    β€” Sí. β€” Mentí. β€” ¿Por qué?
    
    β€” Porque sos muy osco conmigo. Quizá hice algo que te ofendió…
    
    β€” Para nada. Soy así con todos. β€” aclaré. β€” quedate tranquila.
    
    β€” Ah bueno, menos mal. β€” me dijo, irguiéndose. β€” ¿Y qué pensás de mi relación con tu papá? Me imagino que te habrás asombrado de que tenga una novia tan joven.
    
    Se cruzó de brazos, y flexionó una pierna, sacando culo.
    
    β€” A mí no me sorprende casi nada. β€” dije, una vez que terminé de mirarle las piernas y las tetas. β€” Si él es feliz, yo me alegro por ustedes. Eso sí. β€” agregué. β€” vos sabés muy bien lo que sufrió por mi madre. No creo que aguante un desengaño.
    
    β€” Quedate tranquilo que yo lo amo con todo mi corazón. β€” Dijo la imbécil. Y se quedó un buen rato explicándome lo importante que era para ella la fidelidad, y el compañerismo, y que mi viejo era la mejor persona que conoció, y que sabía que yo también era una buena persona, y que no quería otra cosa que agradarme.
    
    Estuvo como media hora hablando y hablando, hasta que por fin me dejó con mis cosas.
    
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    Ese discurso paranoico sólo sirvió para que yo sospeche aún más de ella.
    
    Seguía desapareciendo durante la semana, y cuando volvía, iba ...
    ... inmediatamente a bañarse. Yo aprovechaba para espiarla, al fin y al cabo, tener a una zorra como ella en casa habría de servir para algo.
    
    Mientras miraba como se pasaba el jabón por los muslos, y cómo se frotaba el sexo, yo pensaba que la puta acababa de verse con algún amante, y trataba de borrar cualquier prueba que haya quedado en su cuerpo.
    
    Revisé su celular. Pero no había nada incriminatorio. Seguramente borraba todos los mensajes.
    
    β€” Carlooos β€” gritó. Me sobresaltó pensar que me había descubierto revisando su celular, pero el grito venía del baño. Me acerqué a él.
    
    β€” ¿Qué? β€” Le pregunté.
    
    β€” Me pasas una toalla por favor, que me olvidé de traer una.
    
    Le llevé una toalla. La puerta se abrió levemente y Mariel sacó su rostro empapado con una sonrisa provocadora.
    
    β€” Gracias mi amor. β€” me dijo. Estiró la mano para agarrarla, y cuando lo hizo, pude ver parte de su seno.
    
    β€” De nada. β€” dije, y pensé: β€œputa”
    
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    No me cabían dudas de que engañaba al viejo. Ese culo no podía ser para un solo hombre. Pero no encontraba pruebas. No sólo revisaba su celular. Cuando dejaba la computadora encendida, su sesión estaba abierta. Entonces revisaba todas sus redes sociales y sus mails. Pero nada. Seguramente borraba todo mensaje incriminatorio apenas le llegaban.
    
    Pasó casi un año de que salía con el viejo. Era difícil evitar una relación con ella, porque la veía todos los días, así que de a poco le fui dando un poco de confianza, sólo para tenerla controlada de cerca. Estaba ...
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