Mi primer trío - Relatos Eróticos

Mi primer trío

... avienta encima, viene hecha una fiera, me baja los mini short de jeans que tengo y se abalanza sobre mi concha empapada, debe estar echando humo. La volteo y mi lengua se dirige a su concha inflamada, viene empapada en sus jugos, me bebo todo lo que puedo y la lamo como gata en celo, si mis padres entran por esa puerta ahora verán a su "bebé" comiéndole la concha a su amiga en un delicioso 69, la vista debe ser fenomenal, tenía tiempo que Elisa no me la chupaba con tal desesperación.

De repente, interrumpe la manada, me abre las piernas lo más que puede y se sienta en mi uniendo su vulva empapada de sus jugos y mi saliva a la mía, tiene el clítoris totalmente parado y lo siento hurgar entre mis labios que están hechos una charca. La dejo culearme con fervor y yo siento que estoy en el cielo, ser cogida por una hembra como Elisa es el paraíso, qué suerte tienen sus novios, sus amigos, sus conocidos, y sus desconocidos, es toda una diosa y es una cerda en la cama, o en el suelo, creo que mi amiga folla más en el suelo que en la cama.

Si un día amaneciera siendo hombre, primero me la recontra-jalaría y después le hablaría para darle su merecido, enterrarle la tranca a mí amiga debe ser como estar en el paraíso. Me hizo correrme dos veces, en la segunda casi pierdo el sentido y acabando ambas nos quedamos tiradas en el suelo completamente desnudas y exhaustas.

Después de platicarle los pormenores de las ...

... faenas de su amiga con dos chicos, no quiso saber más y me dijo:

- La próxima vez que suceda me avisas y nos los cogemos entre las dos, ¿va?

Le contesto que no, qué ambos son míos, son mis juguetes nuevos y su leche queda reservada sólo para mí.

- Eres una golosa, te vas a empachar con tanto lácteo.

- ¿Envidia, o coraje? -le preguntó.

- Estás hecha una gran zorra amiga, estás irreconocible. Recién dijo eso volvió a acercar su boca a mí concha y se hundió en ella por largo rato.

Nuevamente, como hace rato, el clítoris se le hizo inmenso y empezó a restregarlo entre mis labios, el clítoris de Eliza tiene proporciones de una micro verga, es tan grande que con mi boca se lo mamo casi como si fuera una verga. Escuchamos la puerta del garaje abriéndose y salimos corriendo juntando nuestra ropa lo más rápido que pudimos y subimos corriendo a mí habitación.

A la mañana siguiente suena mi celular. Es Vicente. Me dice que Rodrigo y él me quieren llevar el viernes al monasterio del Desierto de los Leones a pasar el día. Ya una vez estuve allí una vez con otro novio y recuerdo que en las catacumbas me hizo un dedo maravilloso. Le digo que sí mientras aparece en mi mente la imagen de Vicente y Rodrigo haciéndome sándwich en la total penumbra de las catacumbas. La imagen de ser follada por dos en las catacumbas de un ex-monasterio me moja la entrepierna mientras mi mente comienza a volar.

CONTINUARÁ