1. Cuando era chica (parte 4)


    Fecha: 03/10/2017, Categorías: Hetero Autor: evloguer, Fuente: SexoSinTabues

    Cuando era chica (parte 4) Mi vida continuaba monótona al no poder salir a jugar ni asistir al colegio. Por suerte vino mi compañerito Luis a traerme las tareas de esos días y fuimos a mi dormitorio a estudiar, la mesa solamente tenía una silla y decidimos usar la cama que sería más amplia. Me contó novedades de clase y le pregunté si alguna nena del cole le gustaba, se puso rojo como tomate confesando que había una chica que lo enloquecía pero no se animaba a hablarle. Solamente la espiaba a escondidas para verle la bombachita en algún descuido y que le encantaba el aroma de su pelo, que se pasaría horas oliéndolo. Eso me hizo recordar que en clase se arrimaba para pedirme prestado un lápiz, un papel, de todo y me pasaba la nariz por la cabeza. Sospechando que pudiese ser la destinataria de su amor imposible me senté descuidadamente para que se me vea un poco la bombachita, mientras le preguntaba el nombre de la chica su vista estaba estrábica viéndome la telita blanca que asomaba. Pude apreciar que su pantaloncito corto se abultaba por delante y me dio curiosidad de cómo sería su pitito, poniéndome en plan maestra le explicaba que las nenas tenemos un tajito y los nenes un pito. Creo que su carita pasaba de rojo a violeta cuando se lo toqué sin apenas apretarlo. Farfullaba que ya conocía esas diferencias del sexo y se me prendió la lamparita !! sexo era lo que teníamos entre las piernas y era lo que mis padres pretendían enseñarme pero no entendía la relación con los ...
    ... bebitos. Luisito dijo que le había robado unas revistas a su padre y salían fotos de parejas teniendo sexo, eso ya me interesaba y me acerqué abriendo bien las piernas, el vestidito ya se me subía mostrando toda la bombachita, él relataba entrecortado algunas escenas apretándose el pitito mientras se deleitaba con mis piernas y prenda interior. Me pareció que estando entretenido tocándose no podría contarme bien y le agarré el pitito por sobre la ropa para acariciarlo, puso los ojos en blanco y hablaba menos que antes; creo que yo no lo estaba haciendo bien y le pedí que se quite el molesto pantaloncito. Apareció el dichoso penecito no mayor a un lápiz pero muy durito, yo le bajaba la pielcita mirando el agujerito por donde saldrían los bebés miniatura, recordando que a mi papito le gustaba que le chupase el pito me agaché para meterme eso en la boca. Su agitada respiración pasó a suspiros desenfrenados mientras le apretaba los huevitos, creo que le hice doler cuando me preguntó si podía metérmela un poco como en las fotos. Me acosté de espaldas quitándome la bombachita pero el taradito encima mío no acertaba en mi puchita, ya estaba frustrándome y le sugerí que intentase desde atrás poniéndome de costado. Luisito desesperado se apretaba a mi espalda y sentí su pitito recorrerme toda la cola hasta adelante pero sin acertarle a mi conchita, al notar que tenía mi otro agujerito allí atrás preguntó si podía metérmela por el ano. Yo quería aprender el tema de los bebitos pero con un ...
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