-
46.3 Con Maira y el pasado
Fecha: 02/07/2020, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... de la casa. Se mantenía sin llover, con una buena temperatura primaveral, con todo el verdor de los árboles, explotando en colores los que ornamentaban sus ramas con flores. Me señaló una cafetería cercana, habíamos caminado tan poco y ya se la notaba cansada. El interior se sentía cómodo e íntimo como primera impresión y me dirigió a un extremo como si conociera el lugar. Tomó asiento en una especie de banco en “L” cubierto de cojines duros en un rincón apartado de la barra, y me señaló para que me sentara a su lado. Al momento llegó una linda camarera y ya no lo dudé, conocían a la abuela como si fuera un lugar que frecuentara. Sabía lo iba a tomar y solo se saludaron, la chica me miró preguntándome con sus ojos lo que quería tomar, miré a la abuela. -Yo voy a tomar un té con leche y te lo recomiendo a ti que te gusta el té. -De acuerdo tomaré lo mismo. –la muchacha sonrió y antes de que marchara la abuela la volvió a hablar. -Muy caliente por favor. –hacía calor en el local y ella no se había quitado su abrigo, tiraba de las solapas para envolverse más en él. Se volvió hacía mí y cogió mi mano apretándola, la mía estaba fría y las suyas eran hielo. -Daniel, estamos muy contentos por tenerte con nosotros, tu eres lo que Gonzalo necesita. Tengo que hablar con tu madre para que vengan unos días, los que quieran, a estar aquí. –creo que Gonzalo ya se lo había pedido, pero no se lo dije. Hablamos de recuerdos alegres, de las fiestas que daban en su ...
... residencia con tantos jóvenes, y de Ál, seguía llorando su muerte. Me llamó Gonzalo cuando terminó su entrevista, quería saber dónde nos encontrábamos para venir a nuestro encuentro. Cuando llegó fue directo a la barra y me acerqué donde se encontraba, había pedido un zumo de naranja. Me apoyé en él y coloqué mi mano en su muslo, se había sentado en un taburete alto, pasé mi mano a lo largo de él sintiendo la rotundidez de sus músculos. -Te has aburrido. –puso su mano sobre la mía y la subió hasta hacerme tropezar con su entrepierna. Le miré reprochándole con mi mirada, me la devolvió provocador con una sonrisa que no tenía desperdicio, me rendí y bajé los ojos. -En absoluto, tu abuela sabe cómo entretenerme. -cogió su vaso abarcándolo con sus huesudos dedos y se encaminó hacia la mesa, después de estar hablando los tres volvimos a la casa, ahora nos llevaba a cada uno a un lado, Gonzalo la sujetaba por el brazo y ella lo hacía con el mío. Después de comer, Borja faltó a la comida y no pregunté por él, Wes tenía preparado mi equipaje y solo tuve que meter mi neceser después de lavarme la boca. Dos horas más tarde salía el tren a la luz al otro lado del túnel, en el continente, después de atravesar el canal. En Lille llovía cuando salí de la estación. Los raros contrastes del tiempo, había dejado Londres con algo de sol y aquí tuve que coger un taxi de nuevo para que me llevara al estudio. No me había metido en la cama cuando Gonzalo me llamó, tenía que ...