1. No soy gay pero me culearon entre cuatro (2)


    Fecha: 03/07/2020, Categorías: Gays Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... de sentir. Probé con el viejo y su respuesta fue una burla desalmada: -Callate, putita, jejeje…
    
    Cuando me tuvieron desnudo don Cosme les ordenó que me subieran a la cama mientras yo gritaba cada vez más angustiado ante lo inevitable de la violación. El viejo les indicó que me pusieran en cuatro patas: -Sujétenlo bien fuerte. ¿Quién empieza?
    
    -¡Yo! –se adelantó Tachero.
    
    -Bueno, esperá que voy a buscar una cremita, así se la metés sin problemas. –dijo don Cosme y un momento después, con todo listo para consumar el acto monstruoso, sentí la pija del hijo de puta contra mi orificio anal mientras Pipi y El Cabezón me sujetaban con fuerza. La pija comenzó a entrarme y entonces el dolor fue tremendo, tanto que me hizo gritar desesperado. Tachero empezó a bombear y yo seguía gritando mientras sentía que mis pobres nalgas podrían estallar en mil pedazos de un momento a otro. De pronto Tachero acabó entre gemidos y me echó varios chorros de semen en el interior del culo. Respiré aliviado por el fin del tormento, pero la pausa duró poco.
    
    -Sigo yo. –se apresuró Pipi y lo sentí acomodarse entre mis piernas y apoyarme la pija en la entrada.
    
    -Esperá. –Intervino don Cosme. –Lubricate la pija. -y advertí con el rabillo del ojo que le daba el pote de crema. Traté de prepararme mentalmente para ese dolor intenso que volvería a padecer. Me la metió de un solo envión, brutalmente, mientras sus manos crispadas se aferraban a mis caderas. Pipi debía tenerla más grande, porque el ...
    ... dolor fue más intenso que con Tachero. Yo gritaba y lloraba al mismo tiempo mientras por momentos don Cosme reía.
    
    -Qué floja que sos, putita, jejeje… -le escuché decir y la humillación por ese ominoso tratamiento que hería mi masculinidad fue tan dura de soportar como el dolor que me causaba la pija de Pipi. Poco después el pelirrojo me inundaba el culo de semen y le dejaba su lugar al Cabezón, que para mi suerte –si se puede hablar de suerte en semejante circunstancia- resultó ser eyaculador precoz. Acabó muy pronto, entre bufidos, y se apartó al tiempo que don Cosme les ordenaba a Tachero y a Pipi que me soltaran. Ya libre me derrumbé boca abajo en la cama y en esa posición escuché al viejo:
    
    -Bueno, putita, ahora me toca a mí.
    
    Lastimado otra vez por el insulto infamante no sé de dónde saqué fuerzas para protestar: -No me llame así, no soy una chica…
    
    La respuesta del viejo fue una carcajada hiriente y de inmediato sentí sus manos en mis nalgas, acariciándolas, pellizcándolas. Me moví para liberarme de ese contacto repugnante, pero entonces el viejo degenerado hizo que me sujetaran por las muñecas y los tobillos. Una vez inmovilizado acercó su cara a mi nuca y dijo con voz algo enronquecida: -A mí me la vas a chupar antes de que te la meta… -y ordenó que me pusieran de rodillas.
    
    A esa altura, aunque parezca mentira, yo me sentía en cierta forma aliviado –para decirlo de alguna manera- por saber cuánto dolía una pija en el culo, por conocer el límite de mi ...